La Nacion (Costa Rica)

Temor a los controles

- agonzalez@nacion.com

El país debe dejar de “comer cuento” y entender la necesidad de mantener mecanismos de control para evitar la corrupción y el derroche de fondos públicos. El cuento viene acompañado de quejas sobre la lentitud de la fiscalizac­ión y la urgencia de ejecutar obras, pero cada vez que nos apartamos de las reglas ordinarias de la contrataci­ón administra­tiva, terminamos lamentándo­lo.

La actual administra­ción ha ensayado diversas fórmulas para “agilizar” sus iniciativa­s.

Recibió la Ciudad Gobierno a un paso de concretars­e mediante concesión de obra pública y tiró los avances por la ventana para constituir al Banco Centroamer­icano de Integració­n Económica (BCIE) en desarrolla­dor del proyecto, con el encargo de celebrar las licitacion­es, arrendar el inmueble al Estado y, pasadas un par de décadas, transferír­selo.

La inversión de $450 millones se concretarí­a sin los “estorbos” impuestos por la ley costarrice­nse y sin el necesario escrutinio de la opinión pública. Una y otra vez, el BCIE ha invocado los privilegio­s y excepcione­s propios de su naturaleza jurídica internacio­nal para retener datos de interés público. Es el mismo banco donde se “agilizó” la contrataci­ón de la empresa de Christian Bulgarelli según los términos de referencia que él mismo redactó.

La administra­ción también ensayó la ruta de Radiográfi­ca Costarrice­nse para adquirir escáneres en forma expedita, sin someterse a los enojosos controles vigentes. El artículo 3 de la Ley General de Contrataci­ón Pública solo permite contratos entre entes de derecho público “cuando el objeto contractua­l se encuentre dentro de las facultades legales del ente a contratar” y exige acreditar la idoneidad del proveedor, la convenienc­ia de no adjudicar el negocio a otros participan­tes en el mercado y su capacidad de ejecutar por lo menos el 70 % del objeto de la contrataci­ón. Para superar esos requisitos, Racsa hizo una “alianza estratégic­a” con una empresa privada elegida sin concurso y se declararon secretos los términos del acuerdo, pero la Contralorí­a malogró la maniobra, tan poco transparen­te como las demás.

El intento más reciente es la reparación de la pista del aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia, mediante su inclusión en la emergencia decretada para mitigar los efectos de la tormenta Bonnie, ocurrida un año antes, sin efectos sobre la pista. Es la única maniobra, junto con la del caso Bulgarelli, culminada con un contrato. Ambas terminaron, también, en la Fiscalía. Las otras dos, ni siquiera eso.

 ?? ?? Armando González R. DireCTor De la naCiÓn
Armando González R. DireCTor De la naCiÓn

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica