Solo 50% de energía térmica privada que urgía está disponible
› Empresa adjudicada culpa a entidad pública por la demora
Energía de plantas térmicas privadas cuya contratación gestionó el ICE desde octubre sigue sin llegar en su totalidad al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), aun y cuando se trató de una medida de urgencia para atender la demanda eléctrica este verano.
Este mes entraron en operación dos de los cuatro bloques de potencia, a pesar de que la contratación especificaba que eso debía ocurrir a inicios de febrero. Se desconoce cuándo empezarán los otros dos bloques convenidos.
La situación ocurre en medio de pedidos de prórrogas, hasta ahora negadas a una de las empresas adjudicadas, la cual reclama al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) la responsabilidad por el atraso.
Dada la urgencia, el Instituto presupuestó $140 millones para contratar los servicios, aunque al final la adjudicación se dio por $82,4 millones ($57,6 millones menos de la previsión original), que se costearán desde los recibos de luz de los abonados.
Solo en el 2024, el ICE estimó en ¢96.000 millones la suma que pagarán los clientes del servicio eléctrico por la generación de energía con hidrocarburos, según datos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Contrataciones. El arrendamiento y operación de los equipos privados contratados comprende cuatro bloques de potencia, cada uno de 36,5 megavatios (MW).
Tres en los terrenos de la Planta Térmica de Moín (en Limón) y el cuarto en la Planta Térmica Garabito (en Puntarenas), para un total de 140 MW, con los cuales el ICE decía que garantizaría el abastecimiento energético nacional en este verano y luego en el 2025 y 2026.
La Dirección de Contratación Administrativa del ICE recomendó, el 9 de octubre del 2023, adjudicar a SoEnergy International INC el bloque de generación en Garabito por $24.097.000. Los tres restantes, en Moín, a la firma Agrekko International Projects Limited por $58.300.000.
Según los términos de la contratación, todos los bloques debían estar operativos en un plazo de 90 días naturales, el primero y el último en 120 días a partir de la fecha de adjudicación ocurrida en octubre. A febrero, ningún bloque había empezado.
Ante consultas de La Nación, el Instituto admitió que fue el 2 de marzo cuando entró en operación uno de tres bloques asignados a Aggreko en Moín mientras que, el 12 de marzo se iniciaron pruebas de inyección para el cuarto bloque a cargo de Soenergy en Garabito. En su respuesta, el ICE proyectaba que comenzaría la operación el 16 de marzo, como al final ocurrió.
Reclamo. Según el ICE, hubo un retraso por razones ajenas al Instituto sin brindar detalle de estos. Eso sí, indicó que valora una eventual apertura de un procedimiento sancionatorio, según la normativa que rige la contratación pública (Ley General de Contratación Pública y Reglamento) y lo dispuesto en el pliego de condiciones.
“El ICE está revisando los alegatos y no adelantará criterio”, respondió al ser consultado por un reclamo interpuesto por Agrekko el 8 de marzo, cuando remitió un oficio al ICE que revela que el 17 de enero pidió prórrogas para ejecutar los tres bloques que le fueron asignados en Moín.
El pedido lo hizo Santiago Monti, apoderado de la empresa, debido a lo que calificó como actos fuera de su control y “situaciones que son exclusivamente atinentes al ICE”.
Al respecto, según Monti, el Sicop solo mostraba tres líneas con la referencia “modificación rechazada” para cada una de sus gestiones de prórroga.
El representante se quejó de que no habían recibido oficio o notificación formal del ICE con explicaciones para el rechazo. Agregó que, debido a las serias implicaciones para la responsabilidad de su empresa, esta decidió interponer un recurso de adición y aclaración por razones de claridad, transparencia y seguridad jurídica.