Amigo de Guima revela secretos de camerino
Preparador físico fue parte de su cuerpo técnico en varios equipos
¿Qué le gusta y qué no le gusta a Alexandre Guimaraes? ¿Cuánto duran sus entrenamientos? ¿Cómo son sus charlas técnicas? Un amigo que lo conoce bastante bien y que fue parte de su cuerpo técnico durante algunas experiencias pasadas reveló esos secretos de camerino que ayudan a describir al técnico de Alajuelense.
Alejandro Villegas contó a La Nación que una de las características de Guima es que es un técnico muy formal, educado, culto, buen amigo y que, a la hora de ponerse a trabajar, es muy profesional.
Él trabajó junto a Guimaraes como preparador físico antes de que el entrenador comenzara con ese periplo de muchos años dirigiendo en diferentes partes del mundo.
“No le gusta la improvisación, le gusta que se respeten los horarios y la disciplina. Cuando se va a desayunar, almorzar o cenar, le agrada que en su equipo haya ecuanimidad en cuanto al comportamiento. Igual que con los uniformes, si alguien se equivoca, un cambio de color genera distracción y eso le puede molestar”, expresó.
Lo definió como una persona abierta y respetuosa de las actividades, o los formatos de los demás integrantes del cuerpo técnico.
“Por lo que yo viví, respeta el trabajo en el espacio físico, el tiempo, las cosas que uno sugiere las comparte y eso da un aire de confianza y trabajás con más tranquilidad”.
Sobre la marcha y en las prácticas, cada jugador comienza a leer desde los días previos si el técnico lo piensa usar como titular, porque le gusta parar al equipo para ensayar lo que quiere.
“Depende del trabajo que haga el jugador en cancha, el esfuerzo, la actitud que muestre hacia el trabajo, hacia el entrenamiento y la formalidad. Para mí, es un técnico que lee muy bien los partidos, con buen tino a la hora de hacer cambios”, relató.
Según Villegas, Guimaraes
no es de discursos largos el propio día del partido.
“Él no habla tanto, porque cree que si como entrenador ya hizo los movimientos y repasó cómo se deben hacer algunas cosas en la cancha, no se gana mucho repitiéndolo al camerino, porque eso se ha tocado, se entrenó y se conversó”.
Algo que Villegas admira de
Guima es que, si bien tiene 30 años de ser entrenador, no dejó de ser estudioso y se mantiene en actualización constante. También afirma que es detallista y toma en cuenta que a veces hay que viajar, o que se debe llegar al estadio a hacer una recuperación y planifica todo para que al día siguiente eso no traiga consecuencias en las cargas. Hizo énfasis en que Guima procura medir bien los datos y se apega al trabajo con el preparador físico, los asistentes y la parte médica.
“El hecho de ser un técnico de mundo, de tener muchas experiencias, de haber salido desde abajo como coordinador de ligas menores, después asistente, luego dirigir a un equipo de no mucho nivel e ir creciendo, eso le da la facultad para poder encausar de esa forma una sesión de trabajo”.
El ADN. Apenas supo que Guimaraes asumió el desafío de dirigir a Alajuelense, Villegas no se sorprendió en lo absoluto. De hecho, cree que es el mejor técnico que pudo llegar a la Liga por su palmarés y porque es un entrenador de alto nivel.
Considera que es un reto bonito para Guima, de esos que a su amigo tanto le gustan, y dijo que, a título personal, el fanatismo ciega en el fútbol nacional y que muchos están más pendientes de colores, de dónde viene alguien y dónde hizo su carrera deportiva, cuando la prioridad debería ser el presente, no el pasado.
“¿Quién le va a poner un ‘pero’ a Guima?”, subrayó, para luego reseñar que si bien es cierto hizo su carrera en Saprissa, también jugó en Puntarenas y en Segunda División; y dirigió a varios clubes.
“Es un profesional y Alajuelense para él es un reto bonito. Se habla mucho de los colores, del cuento del ADN y toda esa cosa, pero ya él lo dijo: ‘El ADN es ganar’. Y es cierto. ¿Si no ganás, entonces para qué sirve el ADN?”, afirmó.
Algo de lo que Alejandro Villegas puede dar fe es que a Guima le agrada estabilizar equipos en problemas.
“Se dio en 2001, cuando le dan la Selección que tenía Gilson Nunes. Jugamos un partido bravo contra Guatemala de desempate y ganamos para clasificar a la hexagonal final. Hizo toda una preparación, la Selección clasificó al Mundial de Corea y Japón. A él le gusta ese tipo de retos”, recordó.
Aquello no quedó en el pasado, porque con América de Cali pasó lo mismo, al romper una sequía de 11 años sin títulos en el fútbol colombiano.
“Tenían muchos años de no ser campeones y había toda una debacle ahí. Él no es un apagafuegos porque eso suena feo, pero le gusta ese tipo de retos. Por eso pienso que puede poner a Alajuelense en donde la afición y la junta directiva quieren que esté”, finalizó.