La Nacion (Costa Rica)

Freddie Mercury ‘revivió’ en el Palacio de los Deportes

Tributo a la mítica banda Queen estuvo lleno de ovaciones, bailes y nostalgia

- Juan Pablo Sanabria juan.sanabria@nacion.com

Sin necesidad del glamour de Buckingham, la energía del público del Palacio de los Deportes, en Heredia, convirtió el recinto en un castillo más que digno para que Freddie Mercury y su banda Queen revivieran, con el concierto tributo de la banda argentina Dios salve a la reina.

La noche empezó con una corte impaciente que en coro gritaba, aplaudía y chiflaba, desesperad­a por el retraso de 15 minutos del espectácul­o pactado para comenzar a las 8 p. m. La ansiedad hizo enroque con la alegría, al bajar las luces y salir a escena los músicos.

Aunque de la primera a la última canción hubo total comunión con los espectador­es, la presentaci­ón fue escalando en potencia. La presión en el ambiente comenzó a estallar cuando la agrupación interpretó Under pressure.

Otro momento apasionado sucedió al ritmo de Another one bites the dust. Los fanáticos salieron de sus asientos para responder al Are you ready?, que estaban más que listos para correspond­er con el baile ameritado.

Los movimiento­s del argentino Pablo Padín, con el sello de Mercury, fueron joyas de la corona que deleitaron al público, al igual que cada vez que el artista se acercaba al piano. Aunque fue el protagonis­ta, no fue el único que se robó los aplausos y miradas en el Palacio de los Deportes.

Dani Marcos se lució en el rol de Brian May, con sus inconfundi­bles rizos cayendo como una cortina que centraba la vista en su guitarra, tocada con una precisión a la altura del legendario músico británico. Con sus arpegios, regaló uno de los momentos más íntimos de la velada, cuando llevó la batuta en la emotiva Love of my life.

Sumada a la interpreta­ción del repertorio de Queen, la propuesta escénica aportó mucho a la recreación de la banda inglesa. La mítica chaqueta amarilla, la gorra con cuernos y hasta el pelo en pecho de Mercury, terminaron de pintar de nostalgia la presentaci­ón.

La ovación de pie no se hizo de rogar al terminar Bohemian Rapsody. Por un momento, el aforo cumplió lo del “I just killed a men”, porque se deshizo de aquellos cuatro argentinos para dejar solamente en el escenario a los mismísimos Freddie Mercury, Brian May, Rober Taylor y John Deacon.

Queen se despidió y abandonó la tarima, pero al igual que en el ajedrez, nada termina hasta que le den mate al rey, y la gente en su trono ordenó con gritos y aplausos el regreso del grupo; que pasó a ser súbdito del ambiente y regresó para complacerl­os con I Want to Break Free.

Aún faltaba el clásico We Will Rock You, con el que las energías subieron al máximo para hacer retumbar a la muerte, demostránd­ole que no es un antónimo de la vida y que la memoria colectiva mantiene latiendo el corazón de sus ídolos.

No podía coronar el concierto otra canción que no fuera We Are the Champions, para que público y banda, que dieron lo mejor de sí durante casi dos horas, se marcharan triunfante­s.

A algunas personas les resultará inexplicab­le disfrutar de un tributo o quizá piensen que esto solo podría salir de la ingenuidad. Pero no es más que el simple y mágico juego de roles de rememorar lo que se guarda con especial cariño en el corazón, y más con un show tan pulido a nivel artístico.

Las caras de satisfacci­ón de la gente y algunas cabezas plateadas o con poco cabello que se movían como cuando en otra época les colgaba una melena, fueron el testimonio de que a la felicidad no hay que buscarle la raíz cuadrada ni descompone­rla en una fórmula química.

Que Dios salve a la reina y a sus fans, que, más de tres décadas después de la muerte de Mercury, se reunieron para hacerlo vivir una vez más.

 ?? JoHN dUráN ?? Desde la primera hasta la última canción, hubo total comunión con los espectador­es.
JoHN dUráN Desde la primera hasta la última canción, hubo total comunión con los espectador­es.
 ?? JoHN dUráN ?? Los movimiento­s del argentino Pablo Padín, con el sello de Mercury, fueron joyas de la corona que deleitaron al público.
JoHN dUráN Los movimiento­s del argentino Pablo Padín, con el sello de Mercury, fueron joyas de la corona que deleitaron al público.
 ?? JoHN dUráN ?? El músico Dani Marcos interpretó a Bryan May en el movido show.
JoHN dUráN El músico Dani Marcos interpretó a Bryan May en el movido show.

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