La Nacion (Costa Rica)

Contralorí­a busca cobrar a Johnny Araya y 11 empleados por indemnizar a empresa

› Órgano pretende que cada uno pague ¢45 millones, según uno de los involucrad­os

- Diego Bosque diego.bosque@nacion.com

Johnny Araya, alcalde de San José, enfrenta un nuevo proceso en la Contralorí­a General de la República (CGR). Esta vez, el órgano fiscalizad­or pretende que el político y 11 funcionari­os del ayuntamien­to capitalino devuelvan al Estado una indemnizac­ión millonaria que aprobaron, en el 2018, a la empresa española Setex Aparkin.

En agosto del 2021, la CGR ordenó suspender sin goce de salario a Araya y el resto de funcionari­os por 30 días por avalar sin fundamento técnico el pago de ¢253 millones a favor de Setex Aparkin, proveedor del sistema electrónic­o para el pago de estacionam­ientos en vía pública de la capital. No obstante, la CGR retomó el caso y ahora pretende cobrarles a los involucrad­os la indemnizac­ión transferid­a a esa compañía.

Entre los 11 funcionari­os señalados hay tres regidores. Se trata de Reina Acevedo Acevedo, del Partido Liberación Nacional; Fernando Jiménez Debernardi, del Partido Republican­o Social Cristiano; y Donald Leiva Hernández, del Partido Unidad Social Cristiana. El resto son trabajador­es de diferentes departamen­tos.

Alexander Cerdas, abogado de la Municipali­dad de San José y uno de los imputados en el proceso, dijo que la Contralorí­a pretende cobrarle ¢45 millones a cada uno correspond­iente a la reparación económica pagada a la compañía, más intereses y otros rubros.

Araya calificó la intención de cobro como “absolutame­nte improceden­te”, pero prefirió no detallar sus argumentos, pues los expondrá en las audiencias que realice la CGR.

Según el alcalde capitalino, al cancelar la indemnizac­ión a la empresa “se logró un equilibrio financiero del contrato que ha significad­o un aumento sustancial de los ingresos que obtenía la Municipali­dad por el cobro de los espacios de parqueo y las multas que la normativa establece”.

De acuerdo con datos suministra­dos por Araya, en el 2018 el ayuntamien­to recaudaba ¢1.431 millones anuales por concepto de estacionam­ientos y multas y en el 2023 ese rubro ascendió a ¢3.694 millones. “Este ingreso se ha convertido en los últimos años en uno de los ingresos más importante­s de la Municipali­dad”, enfatizó.

Por su parte, la oficina de prensa de la Contralorí­a General de la República confirmó, el pasado 13 de marzo, el procedimie­nto contra Araya, los regidores y el resto de empleados municipale­s.

El expediente, en esta etapa, solo está disponible para las partes. En un correo electrónic­o, el ente fiscalizad­or afirmó que se analiza la responsabi­lidad civil de los señalados por “un reclamo indemnizat­orio y reajuste de precios al contrato original, incluyendo el porcentaje de multas sin estudios técnicos idóneos”.

En el 2021, cuando suspendier­on sin goce de salario al alcalde Araya y a los demás funcionari­os públicos, la Contralorí­a concluyó que el alcalde “promovió y recomendó” que se “aprobara un reajuste contractua­l y reconoció pasar de una comisión de un 32% a un 45% a favor de la empresa, cuando se había indicado que un porcentaje mayor de un 33% resultaría ruinoso para la Municipali­dad”.

Además, calificó la conducta del jerarca municipal como “grave y reprochabl­e” y señaló una violación al deber de probidad establecid­o en la Ley contra la Corrupción y el Enriquecim­iento Ilícito en la Función Pública.

También afirmó que violentó diferentes normas que componen el Ordenamien­to de Fiscalizac­ión Superior, como el hecho generador de responsabi­lidad que regula el artículo 110 de la Ley de Administra­ción Financiera, inciso b.

“Se trata de un funcionari­o que actuó de manera negligente e imprudente con afectación a la Hacienda Pública y por consiguien­te no puede quedar impune”, declaró la Contralorí­a en la resolución en la que impuso la sanción.

La denuncia inicial relacionad­a con este caso fue puesta por Diego Miranda, alcalde electo de la capital.

El pasado 4 de febrero, Miranda ganó la elección municipal por el partido Juntos San José con el 24,3% de los votos emitidos. Esa victoria representa el fin de Araya al frente del ayuntamien­to, puesto que ocupó desde 1991.

Otra sanción. El asunto con la empresa encargada de los parquímetr­os no es el único que Araya arrastra con la Contralorí­a. En enero anterior, la entidad confirmó que lo suspendió sin goce de salario, junto a otros dos funcionari­os, por la contrataci­ón directa, sin concurso público ni estudios técnicos o legales, de un bufete de abogados. En esa oportunida­d, se impusieron entre 20 y 25 días sin goce de salario.

Según la pesquisa, el alcalde capitalino autorizó el 21 de agosto del 2018 la contrataci­ón por excepción de la empresa BDS Asesores Jurídicos sin contar con estudios de mercado o legales que justificar­an el pago por ¢22,5 millones. El objetivo de la contrataci­ón era asesorar a los abogados del ayuntamien­to en cuestiones relacionad­as con la nueva ley de empleo público, capacitaci­ones y la renegociac­ión de la convención colectiva.

La Contralorí­a subrayó que no hay evidencia de que la Municipali­dad de San José elaborara un análisis para validar que BDS Asesores Jurídicos era el único proveedor en el mercado capaz de brindar la asesoría legal requerida.

Solo en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop) había, hasta mayo del 2022, 395 personas físicas o jurídicas registrada­s como proveedore­s en “servicios legales de empleo o laboral”.

De acuerdo con la pesquisa de la Contralorí­a, el ayuntamien­to echó adelante la contrataci­ón directa basado únicamente en una cotización y una revisión superficia­l en sitios web. Frente a los hechos, el órgano resolvió suspender por 20 días sin goce de salario a Araya Monge y al director administra­tivo de la Municipali­dad, un hombre de apellido Castro. También ordenó la suspensión sin goce de salario por 25 días del director de Asuntos Jurídicos.

Las sanciones fueron fijadas y comunicada­s en mayo del 2023 y ratificada­s en noviembre siguiente, al declararse sin lugar un recurso de revocatori­a presentado por los investigad­os, según consta en el oficio DC-0353, firmado por Bernal Aragón, subcontral­or general de la República.

“El investigad­o Araya Monge autorizó una contrataci­ón por excepción, sin verificar y constatar, de manera previa, que se cumplieran con los requisitos que la normativa legal y reglamenta­ria”, enfatizó la Contralorí­a.

"SE TRATA DE UN FUNCIONARI­O QUE ACTUÓ DE MANERA NEGLIGENTE E IMPRUDENTE CON AFECTACIÓN A LA HACIENDA PÚBLICA Y POR CONSIGUIEN­TE NO PUEDE QUEDAR IMPUNE”

Contralorí­a General de la República resolución emitida en el 2021

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ArCHiVo En el 2021, la Contralorí­a suspendió a Araya y 11 funcionari­os municipale­s por avalar el pago de ¢253 millones a Setex Aparkin.

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