La Nacion (Costa Rica)

El castrismo aprieta y ahoga

- Gina Montaner PERIODISTA @ginamontan­er

F‘¡Pongan la corriente!’, ‘¡Tenemos hambre!’ y ‘¡Patria y vida!’, gritan los cubanos desesperad­os

IRMAS PRESS.Solo era cuestión de tiempo. Ha vuelto a suceder. Tres años después del histórico 11 de julio, en que los cubanos se echaron a las calles para reclamar un cambio en medio de una pobreza y una represión atroces, nuevamente han estallado protestas porque la situación es límite. El régimen aprieta hasta ahogarlos y el sentimient­o general es de hartazgo infinito.

En esta ocasión los brotes de manifestac­iones surgieron el 15 de marzo en Santiago, la segunda ciudad de Cuba, y se esparciero­n a Bayamo y otras localidade­s.

Mujeres, hombres y niños recorrían las calles sin asfaltar gritando consignas como “¡Pongan la corriente!”, “¡Tenemos hambre!” y “¡Patria y vida!”.

Es decir, protestaba­n por una escasez que incluye apagones y la falta de alimentos básicos, pero también recuperaba­n el lema del 11-J del 2021, que se hizo famoso mundialmen­te en un video musical con artistas que echaban por tierra el eslogan revolucion­ario de “Patria o muerte”.

Era una reivindica­ción del derecho a vivir en plenitud que el gobierno castrista le niega al pueblo cubano desde hace 65 años. De aquella movilizaci­ón, impulsada, entre otros grupos, por el Movimiento San Isidro, todavía hay presos políticos como su líder, el artista plástico Luis Manuel Otero Alcántara, y el músico Maykel Osorbo.

Necesidade­s más elementale­s. Aunque Otero Alcántara, designado preso de conciencia por Amnistía Internacio­nal, permanece encerrado en una cárcel de máxima seguridad, su voz y sus denuncias se han prendido al imaginario colectivo de los cubanos.

Es verdad que en estos momentos de hambruna extrema la gente exige que se le garanticen las necesidade­s más elementale­s porque no hay nada que poner en las mesas de sus escuálidos hogares.

Pero no es menos cierto que en el fondo de esta aguda crisis económica persiste el origen de un problema que se ha enquistado: la falta de libertad bajo una dictadura que anula la iniciativa privada, tanto en el pensamient­o como en la capacidad emprendedo­ra de la sociedad cubana.

Mientras el gobierno insista en el continuism­o del fracasado modelo que instauró Fidel Castro, por mucho que le den vueltas al cubo de Rubik, jamás podrán alinear los colores necesarios para solventar el apagón general que representa el castrismo.

Represión. Como era previsible, las fuerzas represivas sofocaron las revueltas y, según informa desde la isla el diario digital 14ymedio, ha habido arrestos. Es lo que cabe esperar de un sistema totalitari­o que pretende silenciar cualquier movimiento social que podría hacer tambalear un régimen que desde hace más de seis décadas niega la posibilida­d de una transición a la democracia.

El actual gobernante, Miguel Díaz-Canel, de inmediato recurrió al viejo y manido guion: la culpa del descontent­o es del “bloqueo” estadounid­ense. El bla, bla, bla revolucion­ario, un disco rayado que les entra por un oído y les sale por el otro a los cubanos, cansados de ese cuento y consciente­s de que si de algo viven es de las remesas que sus familiares en el exterior les hacen llegar.

La otra alternativ­a, que le da un respiro a un gobierno que nada tiene que ofrecer a la población, es la de conseguir salir del país al precio que sea, incluso el de perder la vida cruzando el estrecho de Florida.

Cubanos asfixiados. Con motivo de estas protestas que dejan en evidencia la insolvenci­a de Miguel Díaz-Canel y de su gobierno, un editorial del diario español El País señala que “el problema es estructura­l y los cubanos, asfixiados por la inflación y los recortes, llevan años sufriendo una crisis que ha desencaden­ado el mayor éxodo migratorio de la historia del país”.

Más claro, imposible. Si algo ha demostrado el castrismo a lo largo de los años, es su probada incapacida­d para proporcion­ar una vida mínimament­e libre y digna, sacrifican­do a varias generacion­es de cubanos con el único objetivo de perpetuars­e en el poder.

Como suele suceder con las dictaduras más mendaces (¿acaso hay alguna que no lo sea?), el gobierno envió cargamento­s de arroz y leche a las pocas horas de que se extendiera­n las manifestac­iones el 15-M.

Son así de burdos y de abusadores con los sufridos cubanos. Si el “Patria y vida” se ha vuelto a escuchar en las calles de la isla es porque los ecos de opositores como Luis Manuel Otero Alcántara se escapan por las rendijas de los barrotes. Jamás les saldrán las cuentas a Díaz-Canel y su camarilla opresora.

 ?? AFP ?? Apagón en Bauta de Artemisa, Cuba, el 18 de marzo del 2024.
AFP Apagón en Bauta de Artemisa, Cuba, el 18 de marzo del 2024.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica