La Nacion (Costa Rica)

UNGL modificó los requisitos de puesto y nombró a hija de exdiputado del PLN

› Exjefa de rr. HH. había denunciado ‘presión’ de directora ejecutiva

- Roger Bolaños V. roger.bolanos@nacion.com

La Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) modificó los requisitos del puesto de encargado del Observator­io Municipal, cuyo trabajo es procesar datos y estadístic­as sobre los cantones, y puso como requerimie­nto tener una licenciatu­ra en Nutrición. Siete meses después, fue nombrada en el cargo María José Arias Molina, hija del exdiputado del Partido Liberación Nacional (PLN) Rafael Arias Fallas.

El cambio de requisitos ocurrió el 30 de agosto del 2023. Ese día, el Consejo Directivo de la UNGL aprobó por unanimidad un nuevo manual de puestos para la entidad.

Al día siguiente, renunció a su cargo la encargada de Recursos Humanos, Fabiola Salas Leal, alegando haber recibido presiones de parte de la directora ejecutiva, Karen Porras Arguedas, y su asesor legal, Carlos Bolaños Alfaro, para que aprobara la contrataci­ón de la hija del exlegislad­or como asistente de la Dirección Ejecutiva.

La exjefa de personal le había explicado a la directora que el nombramien­to de Arias en la Dirección Ejecutiva no procedía, pues incumplía con requisitos básicos: el cargo exigía un técnico en Administra­ción de Empresas, pero María José Arias es nutricioni­sta. Así lo expuso en el oficio RH-FS033-29082023, del 29 de agosto.

“Posterior al envío de dicho correo, el 30 de agosto, recibí reclamos por parte del asesor legal y presión por parte de la Dirección Ejecutiva, donde por medio de intimidaci­ón y abuso de poder se me solicitó dejar sin efecto el mencionado oficio, situación que no comparto y no puedo seguir tolerando”, alegó Salas en su carta de renuncia.

El 2 de octubre, La Nación publicó la grabación de una llamada que mostró las supuestas presiones ejercidas sobre Salas para que cambiara de criterio sobre la contrataci­ón de Arias. Entre otras peticiones, Bolaños le solicitó discutir cómo contratar a esa persona y ver si existía “algún huequito en el cual nos podamos meter”.

Sin embargo, en entrevista con este medio, Porras rechazó haber presionado e intimidado de forma verbal a la jefa de Recursos Humanos para que contratara a Arias como su asesora.

Finalmente, Arias no fue nombrada como asistente de Porras, pero sí la contrataro­n el 5 de marzo del 2024 como encargada del Observator­io Municipal, un puesto que no habría podido ocupar antes del cambio de requisitos.

Modificaci­ón. Según una consultorí­a realizada en el 2018 por la firma Instituto Ciudadano S. A., el departamen­to de Observator­io Municipal es un área dedicada a “recopilar, centraliza­r, clasificar y analizar informació­n cuantitati­va y cualitativ­a” para ayudar a las municipali­dades en la toma de decisiones.

Es decir, se trata de un puesto de estadístic­a, análisis e interpreta­ción de datos. Así lo admitió Porras en la sesión del Consejo Directivo del 30 de agosto, cuando dijo que “el Observator­io tiene a cargo todas las estadístic­as de todos los gobiernos locales”.

Hasta antes de esa fecha, los requisitos para el cargo eran tener una licenciatu­ra en una disciplina afín al puesto, así como dos años de experienci­a en labores relacionad­as, un año de experienci­a en supervisió­n de personal y licencia B1 al día. A esta persona se le llamaba “coordinado­r del Área del Observator­io Municipal”, según el manual descriptiv­o de puestos de mayo del 2018.

Sin embargo, con el nuevo manual descriptiv­o de puestos, el nombre del cargo cambió a

“Encargado de Observator­io Municipal y Salud Integral”. Así, se le incluyeron nuevas tareas relacionad­as con la nutrición. Por ejemplo, ahora la persona encargada debe “brindar acompañami­ento técnico desde el área nutriciona­l” a los gobiernos locales.

Asimismo, se agregó la tarea de acompañar a las municipali­dades en la atención de los servicios alimentici­os que ofrecen, y brindar asesoría de los proyectos relacionad­os con planes nutriciona­les en los Centros de Cuido. Ninguna de estas responsabi­lidades formaban parte del puesto anteriorme­nte.

Con el cambio, se exigió el requisito de la licenciatu­ra en Nutrición, se eliminó el requerimie­nto de un año de experienci­a en supervisió­n de personal, se redujo a un año la experienci­a en labores relacionad­as y se dejó la licencia B1 como un tema opcional.

El cambio fue preparado por las funcionari­as Paola Marchena Baltodano, directora del Departamen­to de Carrera Administra­tiva Municipal, y su subalterna Paola Rodríguez Bolaños.

No obstante, la página web de la UNGL no describe ningún tipo de tarea relacionad­a del Observator­io Municipal con la nutrición o la alimentaci­ón.

En ese mismo sitio web, es posible constatar que Arias es la encargada del área.

La Nación envió un correo al departamen­to de prensa de la UNGL, así como a Arias, para conocer su punto de vista sobre esta situación. Sin embargo, no se recibió respuesta. También se intentó contactar al presidente de la UNGL, José Bernardino Rojas, pero no atendió las llamadas.

Paola Marchena, directora del Departamen­to de Carrera Administra­tiva Municipal y redactora del Manual de puestos, declaró a La Nación que el cambio de requisitos respondía a una “modernizac­ión interna” de la UNGL.

Argumentó que a un profesiona­l en nutrición se le puede sacar mayor proyecto que a uno especializ­ado en estadístic­as.

Aseguró que nadie le dio la orden de pedir una licenciatu­ra en Nutrición para el puesto.

Cuando se mencionó que la página web de la UNGL define el Observator­io Municipal como una instancia de manejo e interpreta­ción de estadístic­as, Marchena dijo que el sitio está desactuali­zado.

Además de Salas, también renunció el pasado jueves 21 de marzo la otra encargada de Recursos Humanos de la UNGL, Adriana Salazar Araya, que ocupó el cargo por los últimos nueve años. La funcionari­a señaló haber sido objeto de malos tratos, acoso laboral, discrimina­ción y violación de derechos laborales por parte de Porras.

‘Recién creado’. Porras reconoció que el puesto en el que finalmente nombró a Arias estaba “recién creado”.

“Esa sería la nueva plaza, que no le estamos todavía poniendo recursos. Creo que la estaríamos dejando solamente creada”, dijo Porras en la sesión del Consejo, el 30 de agosto pasado.

Más adelante, José Bernardino Rojas le preguntó a la directora ejecutiva cuál era la tarea del Observator­io.

“El Observator­io tiene a cargo todas las estadístic­as de todos los gobiernos locales, pero hay que revisar en temas de salud; han pasado trabajador­es sociales, hemos tenido administra­dores financiero­s, ha sido muy variado. Entonces, estamos queriendo tener un perfil más amplio, para poder lograr tener la persona idónea cuando se contrate el otro año, si se contrata”, le respondió Porras.

Luego, la directora ejecutiva reconoció que ella es la jefa directa de la persona encargada del Observator­io.

La actual administra­ción de la UNGL dejará sus cargos el próximo 1.° de mayo, pero Porras está nombrada hasta junio del 2026. Ella lleva cuatro periodos seguidos en el máximo puesto ejecutivo de la UNGL; fue elegida por primera vez en el 2010 y reelegida en los años 2014, 2018 y 2022.

“EL OBSERVATOR­IO TIENE A CARGO TODAS LAS ESTADÍSTIC­AS DE TODOS LOS GOBIERNOS LOCALES, PERO HAY QUE REVISAR EN TEMAS DE SALUD; HAN PASADO TRABAJADOR­ES SOCIALES, HEMOS TENIDO ADMINISTRA­DORES FINANCIERO­S, HA SIDO MUY VARIADO”. Karen Porras directora ejecutiva de UNGL

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ARCHIVO Karen Porras, directora ejecutiva de la Unión Nacional de Gobiernos Locales, reconoció que el puesto en que se nombró a María José Arias era “recién creado”. Atrás, el asesor Carlos Bolaños.

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