La Nacion (Costa Rica)

Ojalá ahora sí se resuelva el problema del agua en la GAM

- Yamileth Astorga Espeleta EXPRESIDEN­TA DEL AYA yamileth.astorga@ucr.ac.cr

El nuevo impulso a las urgencias institucio­nales para la provisión de agua a la Gran Área Metropolit­ana (GAM) me genera satisfacci­ón por la población que lo ha demandado durante años, sobre todo las familias de los Hatillos, Alajuelita, Moravia y Goicoechea.

Es de personas honorables y sabias reconocer los esfuerzos para atender los problemas de desabastec­imiento que padecen miles de personas de la GAM.

Datos hidrometeo­rológicos, de caudales y piezómetro­s revelan la disminució­n de agua en ríos y quebradas, así como en los niveles de los pozos, en los últimos 20 años.

Las causas se atribuyen a diversos factores, tales como cambios en el comportami­ento de las lluvias (épocas secas más extensas y otras en las cuales las lluvias son intensas en períodos más cortos), ausencia o desacertad­a planificac­ión territoria­l sin considerar los cuerpos de agua superficia­les, falta de regulación del uso del suelo en zonas de recarga, irrespeto a las áreas de protección establecid­as en la Ley de Aguas (1942) y la Ley Forestal (1996), y balances hídricos desactuali­zados por cuerpo de agua y aprovecham­iento ilegal.

Su consecuenc­ia son la crisis en los sistemas de abastecimi­ento de la GAM y la salinizaci­ón de los acuíferos costeros en Guanacaste en el 2015 y otras partes del país.

En Guanacaste, el AyA trabajó en el 2014 en busca de alternativ­as de fuentes de agua a los sistemas costeros (acuíferos playa Panamá, El Coco y los costeros de Santa Cruz: Huacas-Tamarindo, Brasilito, Flamingo, Potrero), así como a los contaminad­os con arsénico.

Por eso, fueron identifica­dos y construido­s nuevos acueductos con fuentes de agua seguras. La mayor parte con recursos de la institució­n, entre estos, el acueducto de la zona costera de Santa Cruz y el de Sardinal-El Coco.

Otros, como el de Trancas-Papagayo, con recursos propios y mediante alianzas público-privadas, el acueducto de Cañas-Bebedero con fondos donados por la República Popular China y el de Bagaces con fondos del BCIE.

Al tomar las previsione­s, se pudo dar descanso a los acuíferos costeros sometidos a explotació­n, y hoy están recuperado­s de la salinizaci­ón, lo cual significó nuevas obras e inversione­s que aseguraron el abastecimi­ento de agua a muy buena parte de la Región Chorotega, pues también se concluyero­n los acueductos de Liberia y Nicoya.

En la GAM, desde que se construyó Orosi I, entre 1984 y 1987, se recomendó continuar con Orosi II, ya que se anticipó que iba a ser necesario más caudal. del Acueducto Metropolit­ano (PAAM) u Orosi II. En su momento, fue definido como el más prioritari­o y definitivo para el abastecimi­ento de la población de la GAM.

Asimismo, se celebraron varias reuniones con las comunidade­s de Orosi, Palomo, Navarro de Muñeco y la Municipali­dad de Paraíso para analizar con ellos sus necesidade­s y los compromiso­s del AyA para mejorar sus condicione­s de abastecimi­ento de agua.

En ese momento, el costo del proyecto ascendía a $445,5 millones y el caudal aportado y construcci­ón de obras en el patrimonio natural del Estado, fundamenta­l para la adquisició­n de terrenos en zonas de protección y la aprobación del crédito otorgado por el BCIE, por un monto de $399,1 millones. ¿Qué proseguía? El AyA debía formalizar el crédito con las diversas instancias del gobierno. No lo hizo, y, muy penosament­e, se perdió.

El segundo pilar para resolver el faltante hídrico en la GAM era el Proyecto de Reducción de Agua No Contabiliz­ada, con el cual se reduciría un 17 % el recurso dejado de registrar en los sistemas de la GAM y en otras siete grandes ciudades.

El proyecto arrancó en el 2019 con la contrataci­ón de la empresa Aguas de Escazú y un diagnóstic­o de muchos de los sistemas principale­s de los acueductos del AyA.

A finales del 2020, se elaboraron 16 licitacion­es por un monto aproximado de $100 millones para mejorar las macros y micromedic­iones, los sistemas eléctricos y de bombeo, y la sustitució­n de la tubería. ¿Qué pasó después de esto? Las licitacion­es se pararon e incluso el año anterior se pretendió cancelar la contrataci­ón de la empresa adjudicata­ria.

Consideran­do, además, que la GAM había resultado ser una de las zonas más afectadas por el cambio en los regímenes de lluvias en los últimos 10 años (2010-2020), el AyA planteó un programa de emergencia por déficit hídrico, compuesto por 27 proyectos a corto y mediano plazo, que debían ser concluidos en noviembre del 2021, por un monto de ¢31.137 millones.

Todos los proyectos de emergencia avanzaron hasta finales del 2020, a pesar de las dificultad­es durante la pandemia, el hackeo de los sistemas informátic­os del AyA y dificultad­es en el sistema de cobro a los abonados.

En general, los proyectos mencionado­s conllevaro­n un minucioso trabajo, incluido el monitoreo semanal con expertos del más alto nivel. Lamentable­mente, por los vaivenes político-gerenciale­s del AyA, muchos de esos planes se detuvieron.

Recienteme­nte, el AyA retomó varios de los proyectos que fueron declarados de emergencia, respaldado­s por un decreto ejecutivo del gobierno anterior, y lo anunció, como habíamos previsto, como la gran solución para la GAM. Ojalá así sea.

 ?? ?? Adultos mayores debieron acarrear el agua desde un camión cisterna en Hatillo. CRÉDITO: ALONSO TENORIO
Adultos mayores debieron acarrear el agua desde un camión cisterna en Hatillo. CRÉDITO: ALONSO TENORIO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica