Enseñanza práctica en el limbo
Educación dual crearía beneficios para jóvenes y empresas
En vísperas de que el presidente Luis Guillermo Solís defina la agenda de proyectos a discusión en el Congreso para los próximos cinco meses, no parece interesado en impulsar la educación dual.
El Gobierno no está de acuerdo con permitir que los colegios académicos o técnicos sean partícipes de esta modalidad de enseñanza, que combina la educación en las aulas, con la práctica en las empresas y considera que debe limitarse solo para alumnos de universidades, institutos parauniversitarios y el INA.
Mientras tanto, un grupo de diputados de oposición de Liberación, el Movimiento Libertario y el sector privado, presionan para que la educación dual no tenga límite.
Es precisamente en los colegios donde existe mayor demanda de parte de los jóvenes para recibir una enseñanza práctica, ya que ellos enfrentan una tasa de desempleo superior al 20%, el triple de la media nacional, de acuerdo con el INEC.
Existe además una alto índice de deserción de parte de los alumnos de colegio, a quienes el régimen educativo actual no les da resultados. Solo en 2015, unos 32 mil jóvenes dejaron las aulas.
La preocupación del Gobierno es que la educación dual perjudique a algunos participantes, al limitar su educación académica, mientras que se corre el riesgo de “precarizar” las condiciones laborales de miles de trabajadores, de acuerdo con Javier
Cambronero, diputado del PAC.
Sin embargo, el sistema ha tenido éxito en varias economías avanzadas, e incluso en algunas naciones latinoamericanas como México, Colombia y Ecuador.
En la mayoría de los casos, se trata de un sistema en que el alumno recibe al bachillerato, aunque divide su tiempo entre la formación académica por un lado, y por otro la capacitación técnica en una empresa, bajo la supervisión de un profesional, en los sectores que incluyen industria, construcción y servicios.
La empresa por su parte, paga los riesgos de trabajo, entre otros tipos de protección esencial, mientras las dos partes pueden negociar una compensación básica adicional, que iría desde el pago de los viáticos para adelante.
El sector productivo también sería beneficiado por la educación dual, ya que le permitiría encontrar sus futuros colaboradores a un costo manejable.
De hecho, siete de cada diez empresarios estarían interesados en poner en marcha un programa de formación bajo la modalidad dual, de acuerdo con la UCCAEP.
Mientras tanto, el Gobierno parece favorecer un régimen que tendría poca posibilidad de reducir la tasa de empleo joven, al limitarse solo para alumnos de universidades, institutos parauniversitarios y el INA.
Asimismo, estaría presionando para que los empresarios tengan que reconocer a los aprendices, como parte de una “beca”, hasta un 30% del salario de un operario calificado.