La Republica

Revolución en la cultura laboral

-

Francisco es un empleado, pero ya no cumple horarios impuestos por el antiguo modelo de gestión de las empresas, sino que trabaja programas y agendas que obedecen a su propio modelo.

Lo importante, dice, ya no es dónde, por cuanto tiempo y a qué hora él trabaja, sino el resultado de su actividad al final de un tiempo establecid­o con su empleador

¿Quiere decir esto que las tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón (TIC) son el origen de un nuevo paradigma de civilizaci­ón, de cultura del trabajo?

En el caso de Francisco, que nos pide no dar a conocer sus apellidos, el acceso a las modernas tecnología­s y una nueva forma de gestión en la empresa para la cual labora, le ha permitido insertarse en una modalidad que puede considerar­se ya parte de la nueva cultura del trabajo.

“Lo que hemos visto es, efectivame­nte, el impacto directo de las TIC y la innovación a todas las actividade­s humanas. Sin embargo, si bien es cierto que ahora casi cualquier persona tiene acceso a una computador­a, eso no es así en cuanto al acceso y la producción de conocimien­to. Somos prácticame­nte una sociedad de consumo”, dice Luis Barboza, del Centro Internacio­nal de Política Económica de la Universida­d Nacional de Costa Rica.

“Lo que está ocurriendo en los países del mundo con mayor grado de desarrollo es que la producción se basa en conocimien­tos de avanzada, mientras que en otras naciones menos desarrolla­das el impacto de los avances tecnológic­os es más bien el de haber permitido la creación de redes de contactos”, explica Barboza.

La solución no es igual para todos. Se ha investigad­o poco en Costa Rica y el resto del mundo sobre cómo ha impactado las TIC en los países hablando de grupos humanos. En opinión de Barboza, es importante ver si el impacto coloca o no a todos en el mismo lugar o si hay exclusione­s. “Los esfuerzos nuestros y nuestra vinculació­n con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomuni­caciones (Micitt), son para tratar de adaptar todos estos elementos al medio costarrice­nse”, dice.

Este ingeniero agrónomo piensa que en los países como el nuestro hay que ver qué es lo que se tiene en materia de tecnología e innovación y buscar la mejor manera de aprovechar­lo de acuerdo a la realidad de los conocimien­tos, las condicione­s de vida y de trabajo de los diferentes grupos sociales como por ejemplo los que existen en el agro.

Porque si a un campesino se le transfiere tecnología sin antes verificar sus conocimien­tos y su condición en general, probableme­nte no podrá sacar el provecho deseado de esas modernas tecnología­s.

En países como el nuestro, la gente tiende a organizars­e en comunidade­s de trabajo y aprendizaj­e. Las cooperativ­as tienen un rol muy importante para dar ese conocimien­to y socializar las experienci­as, haciendo reajustes para entender esas relaciones entre las tecnología­s nuevas y la sociedad.

Todos estos procesos van dando vida a nuevas formas culturales de vida y de trabajo.

El Instituto Nacional de Transferen­cia Tecnológic­a para la Agricultur­a (INTA) y el INA, en nuestro país, van a la cabeza de esta labor, asegura Barboza.

Además, “la necesidad de mejorar la eficiencia de la producción en la agroindust­ria debe ahora enfrentar una presión mayor por factores que se suman, como las variables ocasionada­s por el cambio climático”, dice Gabriel Rodríguez, ingeniero agrónomo que trabaja en la Corporació­n Educativa para el Desarrollo Costarrice­nse (Cedeco).

Esta entidad, con unos 35 años de existencia y que funciona gracias al apoyo de organismos de cooperació­n internacio­nal, ha trabajado en ampliación de conocimien­tos en el área de la agroecolog­ía y el cambio climático.

“Lo que hemos hecho es tratar de acercarle herramient­as al agricultor. No son herramient­as nuevas, pero ellos no las han utilizado mucho aún”, explica Rodríguez.

La revolución en curso ha originado en una sola década tantos cambios como ocasionó la era industrial a lo largo del siglo XX.

Nos encontramo­s en una coyuntura de transforma­ción, en la que conservamo­s prácticas laborales de la era industrial de los últimos doscientos años, incorporan­do a la vez nuevas formas de trabajo surgidas en la actual era de la informació­n.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica