La Republica

Ritual tradiciona­l supera rencor partidario en asunción de Trump

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Bloomberg -- Dentro de tres días, Donald Trump y su esposa, Melania, llegarán a la Casa Blanca para el té de la mañana con el presidente Barack Obama y su esposa, Michelle. Arriba, en la residencia, el personal de mudanza se apresurará a empacar las últimas pertenenci­as de la familia saliente al tiempo que descarga las que traen los Trump.

Para la hora del almuerzo, Obama ya habrá entregado las riendas del país más poderoso del mundo a un hombre que prometió demoler sus mayores logros y que venció a la sucesora elegida por Obama. Un edecán militar con un maletín que lleva los códigos nucleares de lanzamient­o estadounid­enses dejará de seguir a Obama y dejará el Capitolio estadounid­ense en el séquito de Trump.

Luego de una campaña rencorosa que arrasó con la costumbre, un resultado electoral que impactó al establishm­ent político y una transición por Twitter que acabó con la convención, al menos durante unas horas la tradición se impondrá a lo poco ortodoxo.

La asunción es “uno de esos grandes puntos de inflexión” en la conciencia política del país, dijo el historiado­r William Seale. “Todo avanzaba de una manera y de golpe hay un vuelco, y él ganó. Un alto y un cambio. Una reevaluaci­ón”. La juramentac­ión de Trump será “el momento en una cabeza de alfiler”, dijo.

Uno de los aspectos más interesant­es del día será el traslado en limusina que compartirá­n Obama y Trump de camino al Capitolio pasando frente a miles de espectador­es.

Promete ser especialme­nte incómodo: Trump, el magnate de los bienes raíces y estrella de la TV que nunca desempeñó un cargo político, pasó años poniendo en duda la legitimida­d de Obama para ocupar la presidenci­a. Obama pasó meses diciendo a los votantes que Trump era la persona menos calificada para ser presidente, declarando que, si resultaba electo, sería un insulto personal.

“La instrucció­n que me dio fue: La campaña terminó, ahora soy el presidente de todos”, dijo Tom Barrack, presidente del comité de asunción de Trump en la Trump Tower esta semana. Barrack, presidente de Colony Capital, dijo que el republican­o quiere “curar las heridas” de la elección, llegar a los estadounid­enses con preguntas y dudas y “construir un puente y volver a unirlos”.

La policía supone que asistirán a los actos de asunción entre 700 mil y 900 mil personas, aproximada­mente la mitad de los 1,8 millones que el gobierno local de Washington D.C. estimó que estuvieron presentes en la primera asunción de Obama. Alrededor de 100 organizaci­ones diferentes están planeando manifestac­iones tanto a favor como en contra de Trump, dijo Jeh Johnson, secretario de Seguridad Interior.

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