Alto costo del agua golpea a la industria turística de Guanacaste
Unos 45 acueductos y diez obras de saneamiento se encuentran en construcción
La falta de infraestructura para tel abastecimiento de agua en Guanacaste está golpeando fuertemente al sector turístico, que asumió costos adicionales para garantizar el suministro.
La Cámara de Turismo de Guanacaste (Caturgua) estima que durante la temporada alta de 2015 (que se extiende de noviembre a abril) y en todo 2016, los hoteles y restaurantes de los cantones de Carrillo y Santa Cruz debieron incurrir en gastos adicionales para la compra de agua que superaron el millón de dólares.
Los camiones cisterna de AyA no daban abasto durante la temporada alta, ni para las comunidades ni para el sector hotelero, y lo peor es que Priscila Solano, presidenta de Caturgua, y Álvaro Conejo González, director ejecutivo, no visualizan en un corto plazo una solución.
“Los hoteles debieron enfrentar esta emergencia mediante la compra diaria de camiones cisterna desde la temporada alta de 2015 en la zona de Tamarindo y Langosta, lo que afectó gravemente sus costos de operación. El problema de abastecimiento de agua viene arrastrándose hace años porque AyA nunca tuvo un plan de trabajo de construcción de nuevos acueductos y mejoramiento de los existentes, en cambio se crearon las Asadas para que fueran los pueblos los que tuvieran que lidiar con el problema”, dijo Conejo.
Los hoteles han tenido que recurrir a un gasto extraordinario que no se puede recuperar mediante tarifas, porque perderían competitividad, aseguró Solano.
“Lo que ha sucedido es que aunado a los problemas de infraestructura en Sardinal y Santa Cruz, se salinizaron los mantos acuíferos de Playa Panamá y Playa Hermosa, por lo que se debió implementar un plan de emergencia trayendo una tubería temporal a esas dos playas, pero aun así no ha sido suficiente”, manifestó.
Hasta el momento, un 100% de los hoteles reporta problemas de agua potable y han tenido que asumir estos costos para darle un buen servicio a su cliente.
Lo que más le preocupa a Caturgua es el desempleo, ya que de la actividad turística dependen al menos unas 700 familias y las oportunidades para encontrar otras fuentes de trabajo son mínimas.
Hemos tenido que aplicar el ahorro y apoyar el proyecto de acueducto en la comunidad, así como el pago del transporte del agua. El Gobierno ha hecho esfuerzos pero hay mucha burocracia, aseguró José Joaquín Monge Porras, gerente general del Hotel Mangroove.
Otros hoteles como Dreams Las Mareas implementaron iniciativas para reciclar el agua y dar mantenimiento a las áreas de jardines.
“Todos los sistemas de con-
sumo de agua son monitoreados diariamente con el fin de no tener excesos, fugas u otras actividades”, aseguró William Rojas, gerente general del Hotel Dreams Las Mareas.
El desarrollador Costa Elena trabajó en conjunto con el AyA para proveer agua a todas las comunidades cercanas, a través de un acueducto que fue entregado en donación.
El Gobierno —dijo— se comprometió a concluir Sardinal en diciembre pasado. El sector privado ha colaborado con los diseños pero todavía se sigue ejecutando, aseguró Solano.
El proyecto de Sardinal incluye cuatro iniciativas: -Sardinal - El Coco – Ocotal: financiado por AyA y el sector privado y beneficiaría a unas 34 mil personas. -Proyecto Trancas - Panamá - Hermosa: dinero del AyA, ICT y una empresa. -Proyecto de Emergencia Playa Panamá: fondos del AyA. -Obras de ampliación de ramales en el acueducto de Sardinal: también del AyA.
Estas iniciativas permiten llevar agua desde los acuíferos de Sardinal y Trancas, ubicados fuera de la costa, hasta las comunidades costeras. No obstante, hay una serie de opositores al proyecto.
En este momento, están en curso cuatro proyectos en Sardinal, con una inversión de ¢8,4 mil millones, con fondos del Gobierno y del sector privado, mediante la figura legal conocida como alianza público – privada.
El aporte del sector privado a la obra pública permite afrontar las necesidades de abastecimiento de agua potable en la zona, trasladando enteramente toda la inversión e infraestructura al AyA.
Por este motivo, el AyA desmiente que se trate de obras privadas, como lo afirman algunos dirigentes que se oponen al proyecto.
La institución reconoce que hay un rezago en infraestructura y que la situación empeoró con la sequía cuando se agudizaron los problemas con el fenómeno El Niño. En este momento, están realizando 45 acueductos y diez obras de saneamiento en Guanacaste. Están trabajando con otras entidades como el Inder, Fodesaf, Senara, Minae, PNUD y gobiernos locales.
“El proyecto Paacume va cumpliendo con el cronograma, y en lo que respecta al agua potable se proyecta dejar unos 2 metros cúbicos por segundo disponibles para agua potable, lo cual queda a cargo de AyA. En agosto, se terminará el estudio de impacto ambiental y lo importante es apoyar con agua el desarrollo turístico”, aseguró Marvin Coto, director de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos de Senara.
Esa cantidad es similar a la utilizada en la GAM.
Caturgua ha liderado las negociaciones con el Gobierno y cuenta con el apoyo de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) pidiendo acciones concretas al Gobierno.
Hay que trabajar en los proyectos pendientes. El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, debe tomar esto en sus manos y liderar los proyectos porque están los diseños y hay plata. El problema es que no hay liderazgo para que las cosas caminen, aseguró Pablo Heriberto Abarca, presidente de Canatur.