Proyecto de riego en Guanacaste avanza a paso firme
Eficiencia en uso de agua será clave en Paacume
El proyecto Paacume, que es parte del conocido “Agua para Guanacaste”, avanza firme. El Gobierno se muestra comprometido y el Senara (Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento) está llevándolo adelante.
La consigna es clara: revolucionar Guanacaste con un plan que no solo implica infraestructura, sino también la transformación económica y social de la zona.
La idea suena a fantasía en una tierra que hace décadas escucha promesas, al fin y al cabo, el proyecto tiene sus raíces en los años 80.
A pesar de ello, el proyecto avanza sin retrasos según su hoja de ruta.
La primera parte del proyecto está finalizando, y buena parte del trazado de los canales que distribuirán el agua está lista.
“Hace un año y medio comenzamos el proyecto. Hoy manejamos una red de canales trazados en campo de cómo se distribuiría el agua, que sería el esqueleto” dijo Marvin Coto, director de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos de Senara.
Este 2017 es determinante para el proyecto Paacume ya que son muchas las cuestiones que deben finalizarse entre estudios y diseños, pero si se logra concretar todo en tiempo y forma, el camino que quede por recorrer será bastante despejado.
“Este año es un punto crítico porque hay muchas cosas que resolver; el estudio impacto ambiental, terminar los diseños del embalse, del canal del oeste, y la gestión de adquisición de terrenos. Luego entramos a una etapa más “plana” que es contratación y ejecución” agregó Coto.
A pesar de la dificultad, todo
apunta a que siga su correcto camino. A enero, el plan llevaba un 23% de avance contra un 20% que se había proyectado.
Su costo se estima en unos $425 millones (solo la infraestructura) que se espera financie el BCIE con quien las negociaciones comenzarían en mayo.
El proyecto planea distribuir unos 20 metros cúbicos (m3) de agua por segundo, los cuales se distribuirán en 16,5 m3 para riego, 2 m3 para agua potable y 1,5 m3 para uso turístico.
A pesar de ser una cantidad importante de agua (solo para tener una referencia, los 2 m3 que se destinarán a agua potable alcanzan para 500 mil personas) lo cierto es que no será suficiente para cubrir al 100% las necesidades de todos.
“De las 40 mil hectáreas (ha) solo podemos dar agua a un 40%, unas 17 mil ha de riego. No hay agua para que todo el mundo riegue toda su finca”, afirmó Coto.
A partir de esto, la primera pregunta que surge es cómo se distribuirá el escaso recurso. La idea, es la de una distribución justa en la que las fincas más pequeñas reciban, en proporción, una mayor cantidad de agua ya que “entre más pequeña es la finca, menores son las posibilidades de desarrollo socioeconómico”, dijo Coto.
Esto planteará un desafío para los productores de la zona, quienes deberán buscar los cultivos y métodos que maximicen la eficiencia en el uso del agua.
Para el sector hotelero también será un reto, sin embargo todavía no se sabe cómo será la distribución para ellos.
“Estamos coordinando para que el ICT nos ayude a hacer reuniones por sectores con potenciales desarrolladores para ver realmente el interés y cómo distribuimos los 1,5 m3” añadió Coto.
Por su parte, el tema del agua que se destinará a potabilizar, se está tratando con AyA y se distribuirá en cuatro puntos: Sardinal, Filadelfia, Santa Cruz y otro cerca de Nicoya.
El conocido refrán dice “ver para creer”, pero si todo sigue como hasta ahora es probable que pronto comience a avistarse algo.