NOTA DE TANO
LOS DIRECTORES TÉCNICOS DE NUESTRO FÚTBOL DEBEN VESTIR MEJOR
Si algo le admiro y aplaudo a Jeaustin Campos como director técnico es su forma de vestir.
Siempre se presenta impecable en cualquier escenario y da en ese sentido una lección de profesionalismo al resto de sus colegas.
Traje entero, en frío y en calor; en algunas ocasiones utiliza una jacket con la identificación del club, como el domingo pasado frente a Pérez Zeledón, pero nunca lo hemos visto dirigiendo al Cartaginés en pantaloneta o con la panza pelada.
Benito Floro igual, dirige a la Liga de traje.
Carlos Watson no gusta de la corbata pero luce presentable y Hernán Medford, con saco o sin saco falla en las combinaciones de los colores. Presenta unos azules con amarillo y unos sacos blancos que no combinan.
¡Se imaginan a ese negrazo de traje entero!
Siempre hemos creído que si no podemos competir en calidad de fútbol, infraestructura, salarios y demás yerbas con el fútbol del primer mundo, nada cuesta a un técnico de fútbol costarricense imitar la forma de vestir de los entrenadores de las ligas europeas o esos hombres tan elegantes que dirigen en la NBA.
A los de Grandes Ligas no los menciono porque dirigen uniformados y varios de ellos ya hacen trencito cuando entran al diamante.
La inmensa mayoría de los técnicos que entrenan en Europa lo hacen de traje, corbata y pegado en el saco al lado del corazón, el escudo del club.
En nuestro campeonato frustra mirar a la mayoría de nuestros entrenadores, dirigir en unos jeans sucios, desteñidos, que piden lavandería a gritos o en pantaloneta, en sandalias, con la panza afuera, sin ninguna vanidad.
Y no se trata de falta de dinero o que entrenan a clubes muy pobres: es descuido personal, falta de vanidad e irrespeto a su profesión e investidura. El club más pobre de nuestro campeonato puede darle una vestimenta adecuada, respetable. Pero los mata el calor del trópico.
En ese sentido, Jeaustin Campos es un ejemplo, desde que debutó como técnico profesional y en todos los clubes que ha dirigido, su presencia personal es impecable, digna, respetable.
Si Limón, Saprissa y Herediano van a la Concachampions, sus dirigencias deben poner atención a este detalle, de cómo visten sus técnicos, tema que no es para nada intrascendente.
¡La profesión se respeta!