Equidad femenina en gabinete cuenta con fuerte apoyo
Viabilidad política escasea en Asamblea Legislativa
Políticos y empresarios apoyan un proyecto de ley que obligaría al próximo mandatario a nombrar un 50% de mujeres en todos los puestos del gabinete, incluidos ministerios, viceministerios, presidencias ejecutivas y hasta juntas directivas de las instituciones autónomas.
De 12 personas entrevistadas por LA REPÚBLICA, solo el libertario Otto Guevara se mostró en contra del proyecto, al considerar que podría limitar la búsqueda de los funcionarios idóneos.
Sin embargo, todos los demás están a favor del concepto de asegurar la equidad completa en esos puestos.
La propuesta, que eliminaría la discrecionalidad que hoy tiene el Presidente a la hora de escoger a su equipo, sería la única salida para hacer cumplir a los candidatos presidenciales con sus promesas de una equidad total.
Por otra parte, ayudaría a las mujeres en su lucha por empoderarse y obtener visibilidad y oportunidades de demostrar su capacidad en los puestos más altos del Poder Ejecutivo.
Lo ideal sería que la apertura se dé sin ninguna imposición; sin embargo, lo cierto es que ninguna concesión de derechos para la mujer ha sido sencilla por el machismo imperante, por lo que solo queda la vía de la exigencia, advirtió Cristina Rojas, presidenta de la Asociación para el Liderazgo y Ascenso Social (ALAS).
Actualmente el Congreso refleja esa guerra de sexos, donde un grupo de diputadas molestas por el machismo de sus compañeros, ha amenazado con bloquear la agenda de la Asamblea, si no se aprueba otro proyecto a favor de la mujer, el cual garantizaría la paridad horizontal y vertical en los puestos de elección popular.
Mientras tanto, la ley del gabinete paritario complicará aún más la selección que haga el Presidente de su equipo de trabajo, ya que actualmente los salarios de los jerarcas no son competitivos y al mismo tiempo, hay una gran exposición pública que hace a muchos candidatos declinar.
La propuesta ya se encuentra en el Plenario para su votación en primer debate; sin embargo, requeriría la voluntad política de 38 diputados para ubicarlo en el primer lugar de la agenda, o bien, esperar que Luis Guillermo Solís ejerza su liderazgo y lo convoque en sesiones extraordinarias.