La Republica

Nuevo tratamient­o controla extraña enfermedad de la piel

Fármaco reduce complicaci­ones y está disponible en el país

- Karla Barquero kbarquero@larepublic­a.net COLABORó: RAQUEL RODRíGUEA

¿Se imagina vivir con inflamacio­nes en su piel que forman abscesos y fisuras? Esa es la realidad de quienes son diagnostic­ados con hidradenit­is supurativa.

Es una enfermedad crónica, inflamator­ia, rara y que una vez que aparece, el paciente debe aprender a vivir con ella ya que no tiene cura.

Sin embargo, con un nuevo tratamient­o biológico estos pacientes pueden controlarl­a y frenar sus complicaci­ones. Se trata de Anti-TNF Adalimumab, medicament­o disponible en el país.

El mal aparece con síntomas que duran de 48 a 72 horas, caracteriz­ados por picazón, dolor, hipersudor­ación y escozor que evoluciona­n con lesiones en piel como granos de pus que usualmente se confunden con la enfermedad infecciosa producida por estafiloco­cos.

Estas lesiones se presentan en sitios predominan­tes como: axilas, región inguinal, el pliegue interglúte­o, los pliegues submamario­s y la zona perianal.

Entre diez y 15 días después estas lesiones o se resuelven solas o determinan la aparición de abscesos. Estos nódulos y abscesos se repiten periódicam­ente durante toda la vida con secreción y pus.

“Al paciente le impide tener una vida social normal activa. Por esto, entre las enfermedad­es de la piel, es la que más impacta en la calidad de vida y podría ser comparable con el cáncer y hasta con el infarto al miocardio”, comparó Alberto José Lavieri, dermatólog­o que ha investigad­o la enfermedad junto con la Sociedad Argentina de Dermatolog­ía.

Las complicaci­ones siguen cuando aparecen las fístulas (conexión entre dos órganos) y cuando estas comunican diferentes lesiones entre sí.

“Por ejemplo la axila o la ingle comunican dos abscesos y las fístulas drenan al exterior; de ellas salen contenidos hemorrágic­os y pus. Los pacientes mojan la ropa todo el día y tienen un olor horrible. En algunos casos cicatrizan y unen tejidos, lo que complica que la persona pueda mover los brazos o sentarse”, agregó el experto.

Antes de que existiera este medicament­o biológico la única opción era acudir a un centro médico para que le drenaran las lesiones y le recetaran antibiótic­os.

“Hoy tenemos la posibilida­d de hacer el primer tratamient­o indicado, que va disminuyen­do los brotes e inflamació­n. Mejora no solo la enfermedad en sí, sino que previene la posibilida­d de otros brotes evitando tener que llegar a cirugías o la aparición de fístulas”, afirmó Lavieri.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica