INFLACIÓN DEBE SUBIR
Tal como lo ven varios expertos, todo parece indicar que la inflación debe subir por factores internos y externos. El dato del IPC presentado en agosto anterior puede deberse a una serie de precios de artículos que estacionalmente se comportaron a la baja. Pero si se observa la inflación subyacente, que elimina el comportamiento de productos con estacionalidad, esta no ha disminuido considerablemente, por lo que opino que la disminución de agosto es pasajera y la tendencia está dentro de un rango normal. Además, las expectativas de inflación no han subido considerablemente; más bien bajaron recientemente del 3,5% al 3,4%. Personalmente creo que la inflación al final de 2017 va a estar dentro del rango meta, aproximándose al límite inferior, debido a factores tanto externos como internos, como el aumento en el precio de los combustibles y las variaciones en el tipo de cambio. Una inflación baja y estable es una buena señal para la economía, pues favorece las condiciones dentro del país pues permite crear un ambiente de estabilidad y confianza para la inversión, entre otros factores positivos, lo que puede traer consigo la generación de fuentes de empleo y ayuda en cierta parte al crecimiento económico, entre otros beneficios. La inflación este mes descendió principalmente debido a la influencia del grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que tiene la mayor ponderación en el índice y que registró una variación negativa, por ello cayó a pesar de que solo el 36% de los bienes y servicios experimentó una caída en el precio, mientras que más de la mitad subieron de precio. Hubo una influencia particularmente fuerte por parte de dos productos agrícolas que debido a estacionalidades habían subido de precio en los meses previos y para agosto bajaron de nuevo. Es probable que la inflación repunte hacia final del año acercándose al rango del BCCR, pues los futuros de los contratos de combustibles refinados han subido de precio debido a factores climáticos, esto a pesar de que el petróleo ha fluctuado dentro de un mismo rango durante los últimos meses, y ese es un precio que incide muchísimo sobre la trayectoria de la inflación en general a través de su efecto en los bienes y servicios regulados. Sin embargo, los niveles de consumo son muy débiles, e históricamente setiembre también registra variaciones negativas o muy bajas. Desde un punto de vista de corto plazo, son los rubros Prendas de vestir y calzado (-2,02%), Alquiler y servicios de la vivienda (-0,53%) y Comunicaciones (-3,25%), los que están deteniendo la normalización del nivel de inflación, los demás rubros crecen a tasas relativamente consistentes con una inflación del 3%. Además, al analizar los determinantes de mediano y largo plazo de la inflación, en particular el crecimiento interanual de la liquidez en moneda nacional mantenida en el sistema financiero, se observan crecimientos alrededor del 9%, lo que nos dice que el Central está poniendo a circular más dinero del necesario para alcanzar una inflación del 3%, esto probablemente con el objetivo de estimular los precios para ubicar la inflación en el rango meta. Los efectos estacionales de finales de año en los precios tienen el potencial de llevar la inflación al límite inferior del rango meta. Diluidos los efectos de los aumentos de tasas de interés, más la mayor liquidez que el BCCR está inyectando a la economía, sería de esperar esa convergencia, ya sea en los próximos seis meses o 12 meses.