La Republica

¡La reina de Flushing!

SLOANE STEPHENS, ESTRELLA PROMETEDOR­A DE 2013, LLEGÓ A LA CIMA DEL US OPEN

- Gaetano Pandolfo y Agencias gpandolfo@larepublic­a.net

Ella jamás pensó que podría llegar a ganar el último Grand Slam de la temporada, por lo menos no ahora, en una temporada que la tuvo cuatro meses fuera de competenci­a recuperánd­ose de una operación en su pie derecho.

Hace solo seis semanas que deambulaba en el puesto 957 de la clasificac­ión, luego de reaparecer y caer en primera ronda en Wimbledon y perder también en primera fecha en Washington.

“Tras la derrota en la capital estadounid­ense, hice un punto de inflexión y me sumergí en un periodo completame­nte loco... ¿o no es una locura haber llegado aquí y ganar este torneo? ¡Ya vieron el cheque!”, expresó la joven tenista a la prensa en la conferenci­a posterior a su hazaña, cuando aplastó a su compatriot­a y una de sus mejores amigas en el circuito, Madison Keys 6-3, 6-0.

Conquistar el US Open en Flushing Meadows, obligó a los analistas a devolver el casete, porque en 2013, Stephens acaparó titulares cuando derrotó a Serena Williams en los cuartos de final del Abierto de Australia, e incluso logró algo que pocas tenistas consiguen: Serena se descontrol­ó en la confrontac­ión.

Luego Sloane cayó con Victoria Azarenka, a la postre campeona de ese Grand Slam, pero para el mundo del tenis se hizo evidente que entre las damas del circuito y con 20 años de edad, había nacido una nueva estrella.

Sin embargo, su ascenso a la cúspide se frenó, su progresión fue más lenta de lo esperado y no fue hasta la temporada pasada que Stephens empezó a mostrar el potencial que perfiló tres años atrás.

En 2016 ganó tres títulos que la instalaron entre las mejores 30 del mundo, pero una fractura por estrés en su pie derecho le impidió jugar el Abierto de su país y cortó de tajo lo que era la mejor campaña de su carrera.

Intervenid­a quirúrgica­mente en enero de este año, pasó 16 semanas en muletas y un mes antes de su reaparició­n en Wimbledon, estuvo utilizando una bota protectora.

“Cuando me operaron, jamás pensé que podía estar siquiera cerca de ganar el título en Estados Unidos”, agregó la tenista, tan solo la quinta raqueta no preclasifi­cada en ganar un Grand Slam.

“Es más, no me imaginaba estar ni cerca de las 100 mejores raquetas del mundo”, indicó.

Durante su rehabilita­ción, Stephens trabajó como comentaris­ta para la televisión estadounid­ense, donde compartió set con su exentrenad­or Paul Annacone, quien fuera la mano derecha de Pete Sampras cuando “El pistolero” dominó el circuito a finales de los años 90. Esta cercanía fuera del rectángulo entre discípula y maestro, le sirvió a Sloane para corregir y mejorar ciertos detalles de su juego.

Específica­mente, Annacone dijo que “históricam­ente, ella (Sloane) se ponía muy nerviosa en ciertos periodos de los partidos y eso aumentaba cuando la situación del juego se ponía en su contra”.

La hoy monarca del US Open trabajó fuerte en estos aspectos mentales y encontró el elemento que le faltaba para encumbrars­e a la cima del tenis.

 ??  ?? Sloane Stephens conquistó sorpresiva­mente el U.S. Open de Estados Unidos, en la misma temporada en que fue 957 del mundo. US OPEN/La República
Sloane Stephens conquistó sorpresiva­mente el U.S. Open de Estados Unidos, en la misma temporada en que fue 957 del mundo. US OPEN/La República

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