Sistema de buses necesita “overhaul” urgente
Para mitigar el impacto de las presas, y asegurar un precio justo para los pasajeros, entre otros problemas, urge una revisión del sistema de buses, el cual es controlado por el Consejo de Transporte Público y las empresas autobuseras, que forman parte de la junta directiva.
Así coinciden varios expertos, autoridades y usuarios del servicio, poco antes de la presentación de un nuevo modelo tarifario por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, programada para el 4 de diciembre
Por otro lado, es fundamental que cualquier cambio que se haga tome en consideración todos los costos operativos, inversión y una ganancia razonable, dicen las cámaras autobuseras, que amenazan con paralizar el servicio, si les imponen cambios inviables.
Entre las dudas acerca del sistema, está la importancia de poner en marcha un método de cobro electrónico, para resolver el problema de la carencia de datos fidedignos sobre la demanda del servicio en diferentes rutas.
Actualmente, una empresa podría unilateralmente reportar una cifra baja de pasajeros, con el fin de obtener una mayor tarifa, dado que son los propios autobuseros quienes reportan la cantidad de usuarios por línea a la Aresep.
Otro asunto tiene que ver con el caótico sistema de buses, el cual permite que innumerables líneas circulen por la misma ruta, tal y como sucede en el Paseo Colón y Avenida 2, donde al menos 70 rutas coinciden diariamente.
Es ahí donde un modelo de sectorización sería beneficioso, al agrupar varias líneas en unan gran terminal, y así reducir la cantidad de unidades que circulan por un mismo sector.
No obstante, este tipo de plan no ha podido impulsarse básicamente por la falta de apoyo de autobuseros y hasta municipalidades.
Asimismo, existe poca transparencia en cuanto al modelo impositivo, que le permite a una empresa de autobuses conseguir hasta una doble ganancia, a través de la compra y venta de unidades.
Reformar el sistema de buses se convirtió en un tema de campaña, ya que su caótico sistema contribuye ampliamente en la pérdida de tiempo, calidad de vida y dinero para las empresas y los ciudadanos, por un valor superior a los $500 millones al año, de acuerdo con el Estado de la Nación.
Entretanto, los autobuseros insisten en que están anuentes a colaborar, siempre y cuando no les impongan un modelo tarifario ruinoso y se permita hacer las inversiones necesarias de forma paulatina.
Por eso, solicitan una comisión mixta para una discusión técnica y jurídica sobre las particularidades del sistema de buses.
El foro de discusión debería estar integrado por funcionarios de la Aresep, representantes del sector y la Defensoría de los Habitantes.