EL FRACASO DE LA SELECCIÓN NACIONAL DEBE SER COMPARTIDO
Terminada la corta y desastrosa gira de la Selección Nacional por Europa, arrecian las críticas a Óscar Ramírez.
Me llama la atención, no de ahora, sino de siempre, que los cuestionamientos, ajusticiamientos, decapitaciones y todo el huracán de manifestaciones que piden la cabeza de don Óscar, no sean compartidas por el cuerpo técnico de la Selección, incluyendo desde luego al entrenador de porteros y miembros de la Comisión Técnica.
Destrozan al Macho Ramírez porque puso de titular a Danny Carvajal contra España, pero a Gabelo Conejo nadie lo toca, nadie le pregunta, nadie lo interroga.
Uno supone que la decisión del técnico de alinear a Carvajal fue consultada con el entrenador de porteros. Si no… ¿para qué lo llevan a viajar por todo el mundo desde hace tantos y tantos años?
Porque poner conos y hacer centros a los porteros minutos antes de un juego, lo hago yo.
Si va a atajar Carvajal ante España y Moreira contra Hungría, debe ser una decisión consensuada entre el técnico del equipo y su entrenador de porteros. Eso lo supone un ignorante del tema como yo.
Recuerdo el juego de Costa Rica ante Holanda en cuartos de final de Brasil 14, que se perdió 4-3 en los lanzamientos desde el punto de penal. Minutos antes de terminar el tiempo extra, el técnico de Holanda, Louis Van Gaal sustituyó a su portero titular, Jasper Cillessen, por el portero suplente, Tim Krul, un mamulón que dijeron era especialista en tapar penales.
Detuvo dos, a Bryan Ruiz y a Michael Umaña y eliminaron a Costa Rica. Uno supone que don Luis Gabelo, entrenador de porteros de Jorge Luis Pinto, sabía que esto podía pasar; sabía de las habilidades de Krul para parar penales y habrá asesorado a los jugadores ticos para que remataran a ángulos difíciles para el portero tulipán. Uno supone que Gabelo conocía o debía de conocer los puntos débiles de Krul.
Hago este repaso porque tengo tres amigos en la Comisión Técnica de la Selección: Alfredo Piedra Jr., Giovanni Alfaro y Carlos Solano. No conozco a los otros.
Pues bien, ellos como parte de un todo, de un cuerpo técnico, igual son responsables y copartícipes del fracaso de la Tricolor en Europa y están obligados por sus conocimientos a resucitar al muerto.
La masa exige la cabeza de Ramírez o que lo asesoren; no les agrada el trabajo de Luis Marín ni de Alejandro Larrea. Toca entonces a la Comisión Técnica solucionar tan gigantesco dilema.