Empresarios aguar dan un 2018 con cauteloso optimismo
Se espera un panorama sin cambios significativos en inversión y empleo
Los cambios traen cautela, una regla tradicional de la psiquis de los seres humanos, y 2018, con sus elecciones presidenciales en ciernes, no será la excepción.
LA REPÚBLICA conversó con algunos empresarios del país para conocer sus perspectivas sobre las variables económicas más sensibles de cara al próximo año.
La mayoría coincide en que el tipo de cambio y las tasas de interés subirán, mientras que en temas de inversión y empleo se espera un panorama sin cambios significativos respecto a lo vivido en 2017.
En cuanto al panorama internacional y las exportaciones, los empresarios se muestran positivos, e incluso, plantean que 2018 será de recuperación.
Sin embargo, hay cautela respecto a cómo manejar las expectativas de cara al año próximo, ya que cada cambio de gobierno pone a la economía en un lugar sensible.
Por lo pronto, una preocupación despierta y es que el cambio de gobierno retrase la toma de decisiones para resolver problemas impostergables.
“El cambio de gobierno hace prever que soluciones urgentes para el crecimiento económico en materia de infraestructura y burocracia no serán tomadas en el corto plazo”, afirmó Adriana Rodríguez, gerente senior de análisis económico de Scotiabank.
De todas maneras, no se esperan cambios abruptos en la política económica del país.
“Siempre genera incertidumbre cómo se moverá el nuevo presidente y cuáles son sus ideas, no veo un cambio extremo, ni para bien ni para mal”, comentó Randall Fernández, gerente general de la firma inmobiliaria Colliers.
El panorama 2018 se abre con optimismo, pero sin despegar los pies de la tierra: 2017 ha sido un año complicado en algunos sectores, ya que la demanda interna y la confianza de los consumidores disminuyó de manera significativa y si el nuevo gobierno no genera un shock de optimismo y cambios, será difícil revertir la situación.
“En 2017 la economía creció a un ritmo insuficiente para dinamizar el consumo interno, lo que implicó esfuerzos importantes por innovar y adaptar la oferta de productos a dicha realidad de mercado”, señaló Francisco Arias, gerente senior de Relaciones Corporativas y Ganaderas de Dos Pinos.
Los principales afectados estuvieron en el sector de bienes, ya que los servicios con proyección internacional consideran que ha sido un buen año.
“El 2017 ha sido un buen año para nuestras operaciones pero
muy desafiante en cuanto al abastecimiento del talento humano bilingüe y especializado. Celebramos el crecimiento del sector servicios a través del establecimiento de nuevas empresas”, dijo Alejandro Arciniegas, líder país de SYKES.
Al ver esta dicotomía, es importante tener en cuenta que la economía costarricense, dada su proyección internacional, presenta dos mercados diferentes.
Por un lado aquel donde las empresas solo trabajan para el extranjero y por el otro aquel cuyo principal mercado es el nacional.
A pesar de esta diferencia, todos los sectores han pasado por dificultades que la próxima administración debe tomar en cuenta y estar presta a solucionarlas si desea un crecimiento pujante para 2018 y los años venideros.
Uno de los desafíos más importantes será mantener el escenario favorable para los negocios en términos de mano de obra especializada e incentivos, así como mejorar la competitividad.
“Costa Rica está perdiendo fuerza en competitividad, el país es caro y complicado para hacer negocios. No podemos dormirnos, ya hay otras naciones trabajando en crear espacios, fuerza laboral y oportunidades para atraer nuevos negocios”, manifestó Jorge Calderón, vicepresidente de Asuntos Corporativos para Latinoamérica de Cargill.
Si bien cada elección presidencial abre una puerta de cauteloso optimismo, lo cierto es que el tiempo para resolver los asuntos en los que el país tiene rezago se agota y los recursos son cada vez menores.