SIN LIBERTARIOS NUEVOS IMPUESTOS SON INMINENTES
Otto Guevara: “Costarricenses se van a arrepentir de no elegirnos” Partidos ya Lstán nLgociando propuLsta dL contingLncia y plan fiscal
Después de 20 años de imposibilidad material del gobierno de turno para aprobar nuevos tributos, la ausencia del Movimiento Libertario en el próximo Congreso abre una gran oportunidad a la nueva Administración de hacerlo.
Las fuerzas políticas ya se están moviendo en esa dirección, ya sea para aprobar un plan de contingencia antes del cambio de administración, o bien, para validar en los primeros meses del nuevo mandatario, un paquete fiscal que incluya el IVA y varios cambios a la renta.
Durante las últimas dos décadas los libertarios se han encargado de minar las propuestas de nuevos gravámenes, ya sea entorpeciendo la discusión con miles de mociones, o incluso, bloqueando otras iniciativas para hacer valer sus ideales.
“Estimo que en los próximos seis meses los costarricenses serán golpeados por un paquetazo de impuestos, ya que por primera vez en dos décadas, no habrá un diputado libertario para defenderlos. Lo peor es que al final del día, los ciudadanos terminarán arrepintiéndose, el golpe en el costo de vida será directo y grave y no se contendrá el elevado gasto del sector público”, dijo Otto Gueva- ra, diputado y excandidato presidencial del Movimiento Libertario.
Las palabras de Guevara no son lanzadas al aire así no más, ya que en el gobierno de Abel Pacheco (2002-2006), ese partido enterró la propuesta fiscal del rojiazul, mientras que para el siguiente, advirtió al presidente Óscar Arias que la agenda de implementación del TLC con Estados Unidos se vería afectada si él insistía en nuevos tributos, por lo que no se impulsó propuesta fiscal en esa administración.
Para 2010, los libertarios redactaron la consulta a la Sala IV que se trajo abajo los tributos que habían aprobado el PLN y el PAC y más recientemente, han obstruido el trabajo de la Comisión de Hacendarios.
El bloqueo histórico de los libertarios a nuevos impuestos lo reconocen otros actores políticos, quienes consideran que no se puede dejar pasar la oportunidad que hoy se ha abierto, sobre todo si se considera la gravedad del problema fiscal que vive Costa Rica.
No obstante, todavía no ha sido posible ponerse de acuerdo sobre el porcentaje que se aprobaría para el IVA, ya que hay propuestas desde el 13% al 16%.
“He dicho que no aceptaremos un IVA de más del 13%, con trato diferenciado para educación y salud. Jamás aceptaremos un IVA del 16% ni tasas similares. Hay que contener el gasto público, esto requiere aprobar la regla fiscal a nivel constitucional que ya está dictaminada”, dijo Rodolfo Piza, excandidato y líder del PUSC.
Por otra parte, ayer, la bancada oficialista del PAC —incluyendo a los nuevos legisladores— se reunió por más de dos horas para conversar del tema.
Sobre la mesa de discusión se encontraba el plan de Ottón Solís para aumentar a un 16% el IVA —tras eliminar el impuesto de ventas— y de paso, ponerles gravámenes a las zonas francas.
“Ante consultas que he recibido, quiero dejar claro a la opinión pública que nuestra propuesta en materia fiscal no implica gravar las zonas francas. Estas mantendrán sus condiciones”, dijo Carlos Alvarado, candidato del PAC.
Mientras tanto, en Liberación Nacional el llamado a aprobar nuevas cargas tributarias fue constante durante toda la campaña política.
En días pasados, su excandidato Antonio Álvarez, aseveró que ese es un tema que le tocará resolver al nuevo gobierno, por lo que esperan las propuestas en materia impositiva.
En todo caso, el Congreso ya avanza en negociaciones políticas.
“Lo ideal es que antes de terminar esta Asamblea Legislativa, se apruebe un plan de contingencia, que incluya recortes en el gasto y nuevos impuestos. Ya se está conversando, pero vamos a ver si será posible. Esto, porque el nuevo Congreso llegará sin experiencia a tratar un tema complejo”, dijo el diputado Mario Redondo, quien recientemente se unió al candidato presidencial Fabricio Alvarado de Restauración Nacional y ahora funge como su operador político en el Parlamento.