IICA cambió de mando para potenciar el agro
Manuel Otero será el director hasta 2022
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) cambió de director para potenciar el desarrollo del agro en comunidades rurales y promover el bienestar de las familias que obtienen ingresos de estas actividades.
Manuel Otero, veterinario de profesión, fue electo por unanimidad por los ministros del ramo de todo el hemisferio, y ocupará el alto cargo durante el periodo 2018-2022.
Otero aseguró que procurará que haya menos burocracia y más acción en el sector.
El nuevo director, de 66 años, pretende quitar a la agricultura una “visión del pasado”; es decir, la idea de que es solo para autoconsumo, y convertirla en una industria próspera e inclusiva.
Un punto importante es que Costa Rica ha sido la sede de esta entidad por casi 76 años y fue elegida por su estabilidad política, relaciones armónicas con el resto de los miembros y el impulso del Gobierno al sector agro.
Para ello, dicho organismo multinacional promoverá el trabajo conjunto de las naciones miembros, en un contexto de desarrollo inclusivo y sustentable ante el cambio climático.
Además colocará los territorios rurales en un papel protagónico que les permita convertirse en zonas de progreso, con nuevas tecnologías y conectividad.
“Los pequeños agricultores tienen y tendrán un lugar destacadísimo en la agenda del IICA, porque son los que garantizan la seguridad alimentaria y están vinculados a los temas importantes que se tramitan en el Instituto; también se debe asegurar que lleguen tecnologías apropiadas para potenciar el desarrollo en las zonas”, dijo Otero.
Incluso, el presidente Luis Guillermo Solís respaldó el nombramiento del médico veterinario como cabeza de esta entidad, pues a juicio del mandatario, tiene una idea acer- tada de cómo reconectar esas zonas con el desarrollo social y económico.
“En el corazón de las tareas del IICA está la preocupación principal que es la gente, la idea de que la agricultura no solo es producción, sino también gente. Esas personas que producen, representan el eje central de nuestras acciones”, valoró Solís.
El Instituto se ha encargado no solo de orientar a los productores pequeños, sino que desarrolla cursos, becas y hasta maestrías en diversos temas como estrategias de producción, análisis de precios, buenas prácticas agroindustriales, innovación, entre otros.
Estos programas se pueden desarrollar de forma virtual con la asesoría del IICA.
“La agricultura es la base primordial para industrializar a nuestro continente; partiendo de que tenemos una gran riqueza en recursos naturales, es nuestro deber producir responsable e inclusivamente”, agregó Otero.
Por otra parte, la institución trabaja en conjunto con otras entidades en proyectos comunitarios.
Por ejemplo, se alió con Bayer para certificar a más de 100 productores en la aplicación de buenas prácticas y logró un convenio con la Universidad Técnica Nacional para democratizar la educación agrícola.