¿DE DÓNDE SALDRÁN LOS ¢10,4 BILLONES?
Un 56% de esos recursos Hacienda lo obtiene de lo que recauda en impuestos (ingresos corrientes), el resto lo financia con deuda.
En la actualidad Hacienda solo está utilizando las subastas y colocaciones directas en el mercado interno, tanto en colones como en dólares, pero esto genera mucha presión en tasas de interés y está secando el mercado.
Incluso ya muchos analistas indican que el estrujamiento de los recursos es alto, y queda poco para pensar en colocaciones de crédito o nuevas inversiones del sector privado.
Hay que tomar en cuenta, además, que esta cifra puede variar, ya que desde noviembre pasado el perfil de vencimientos de la deuda del gobierno tiene cambios.
Esto por cuanto la Tesorería Nacional ha recurrido a las subastas y colocaciones directas tomando posiciones en el corto plazo.
Esto significa que se va a requerir mayor velocidad en el refinanciamiento de esos vencimientos. Estas “operaciones de caja” representan ahora una presión adicional en el flujo del gobierno, algo que, sin solución fiscal, ni posibilidad de endeudarse en el exterior seguramente seguirá sucediendo.
Habrá que esperar si con las nuevas autoridades de Hacienda se continúa pensando en la posibilidad de los contratos de colocación por hasta $2 mil millones en este año, pero todavía está la interrogante de si este mecanismo se puede realizar o no en el país.
Si este dinero se llega a captar, Hacienda deberá dejar de presionar el mercado interno con tanta incidencia, lo que ayudará a que las tasas de interés no suban de forma considerable como se espera para este 2018 en ambas monedas.