Bélgica desmanteló
Fla casa de papel de Óscar Ramírez
La última batalla de la Selección Nacional de Costa Rica antes de partir a Rusia resultó ser un matanza. Los Diablos Rojos, que promediaron 3,5 goles por juego el último año, no fallaron y dieron un lento y doloroso golpe a lo más profundo de la Tricolor a cinco días de su debut ante Serbia.
Si lo que necesitaban los seleccionados era una dosis de “ubicatex”, lo consiguieron ante la poderosa escuadra belga, tres del mundo y candidata al título en el Mundial de Rusia.
De todas las maneras posibles los europeos desnudaron a la Selección, no permitiéndole llegar al marco del guardameta Thibault Courtois, quien recibió un remate a marco en todo el partido, y desmantelando su defensa cual casa de papel.
La “sólida” línea de cinco defensores fue un manjar para jugadores de primer mundo como Dries Mertens o Eden Hazard, quienes rompieron la contención y línea defensiva para servir en punta a Romelu Lukaku o el ingresado en el segundo tiempo, Michy Batshuayi.
En la primera parte Costa Rica mantuvo el orden los primeros 20 minutos de juego.
Bélgica fue incisivo pero no encontró los espacios atrás.
Incluso Costa Rica tuvo el irrespeto de asustarlos en su patio.
Primero anunciándose con Óscar Duarte, quien tomó un rechace de la defensa belga y que no pudo empalmar con buena técnica un remate que finalmente pasó por un costado de la cabaña de Courtois y luego finalmente abriendo el marcador por medio de Bryan Ruiz, que en una jugada similar a la de Duarte, este sí empalmaría correctamente y conectaría hasta el fondo de las redes para el 1-0 al min. 24.
A partir de ahí comenzaría la deblacle nacional.
Bélgica mantuvo una presión alta y le arrebató el balón a Ruiz y un Celso Borges estático en su labor defensiva.
Cada jugada el peligro era inminente y parecía ser cuestión de tiempo para ver perforada la cabaña de Navas, especialmente por el hueco que dejó Bryan Oviedo por el costado izquierdo.
Tres de los siguientes cuatro goles llegaron por esa banda.
Primero fue Eden Hazard quien dentro del área y con todas las comodidades remató cruzado al segundo poste donde entró en solitario Dries Mertens para igualar la pizarra al min. 31.
Diez minutos más tarde y por el mismo costado, llegaría esta vez Mertens para centrar a Lukaku, quien definió en una desolada defensa, y puso el 2-0 con un toque de su botín derecho.
Óscar Ramírez no tuvo una respuesta, como lo suelen ser los partidos donde se encuentra abajo en el marcador y con la bolsa con huecos simplemente se abrió más y llegaron el tercer y cuarto tantos.
Nuevamente Lukaku al min. 55 sumó en la cuenta. Esta vez aprovechó su poderío físico y estatura para vencer a los tres centrales que se confundieron en marca y dejaron a Lukaku hacer el 3-1.
La defensa se desarmó, Costa Rica perdió el balón, la desesperación aumentó la cantidad de faltas de los ticos y la dinámica del equipo rival generó desesperación pero sobre todo impotencia e incapacidad de combatir el fuego con fuego.
El 4-1 llegaría por el otro costado, esta vez Hazard y Lukaku combinarían para servir al recién ingresado Batshuayi que cerró la pinza y dictó sentencia.
Ahora Costa Rica deberá pasar la página y enfocarse en su debut mundialista cuando enfrente a Serbia este domingo en Samara a las 6 a.m. (hora CR).