GOLPEAR LA INFLACIÓN
Se puede hacer de dos formas, ambas competen al Banco Central y a imprimir dinero, un financiamiento indirecto (dando mayor liquidez) o directo (letras del tesoro).
Ambos tienen un efecto inflacionario, podría incluso generar inestabilidad en la moneda, lo cual golpearía el tipo de cambio, desde los años 80 el Banco Central no emite letras del tesoro.
Hoy la inflación es baja (2,08% interanual a julio) por lo que varias personas han pensado en esta opción, pero las expectativas inflacionarias son mayores, debido a presiones que vienen de afuera, como el alza en materias primas, especialmente los derivados del petróleo, algo que impacta a muchas variables en el país, como el transporte y energía, entre otros.
Más colones al mercado para comprar bonos
Esta es la forma indirecta, parece ser la más sencilla y se brincaría el mandato legal que no le permite al Banco Central comprar directamente bonos de Hacienda.
La forma como funciona es que el Banco Central imprime más colones, y los coloca en los bancos o instituciones públicas, para que estos sean quienes inviertan en bonos del gobierno.
Letras del tesoro
Es la única forma directa en que el Banco Central puede financiar al gobierno.
La emisión no puede ser mayor a una veinteava parte del Presupuesto Nacional, (hoy sería cerca de ¢465 mil millones).
La forma como funciona es muy sencilla, Hacienda ante una amenaza de incumplimiento de pago, emitiría una resolución que justifique la emisión de las letras.
La ley faculta a que el Banco Central sea el que adquiera dicho monto, debe tener acuerdo de junta directiva y comunicárselo a la Asamblea Legislativa.
Las letras del tesoro se emitirán con vencimiento hasta de 90 días; pero, en ningún caso, su vencimiento podrá exceder del 31 de diciembre del año en que se emitan.
El pago de los intereses de las letras del tesoro deberá cargarse a las partidas presupuestarias para el servicio de la deuda interna.
Este fue un instrumento de deuda muy utilizado en los años 80, para estabilizar el flujo de caja del gobierno que presentaba problemas por la estacionalidad del café, producto que movía las exportaciones, así como la entrada o salida de divisas de nuestra economía por lo que era necesario su uso.