“Los robots traerán más empleos que los que van a quitar”
Cuarta revolución industrial requiere que la gente adquiera nuevas habilidades
La imagen fatalista de la inteligencia artificial y los robots descrita en las películas, cómics y libros de ficción no puede estar más lejana de la realidad, según la visión de Rafael Tamames, autor del libro “¿Qué robot se ha llevado mi queso?” y socio fundador de la firma española Findasense.
La obra literaria, cuyo título se inspira en el libro de motivación “¿Quién se ha llevado mi queso?” de Spencer Johnson, se enmarca en una sociedad entrando a una cuarta revolución industrial y donde casi todo está digitalizado.
La automatización de los procesos, más que crear temor, debe ser vista como una oportunidad, de acuerdo con Tamames.
El experto en tecnología conversó con LA REPÚBLICA sobre su libro y el rol que tendrán los robots en el futuro laboral de la humanidad. ¿Está realmente amenazado el futuro de algunos trabajos por los avances tecnológicos y la inteligencia artificial?
No hay que tener miedo a la tecnología, porque siempre ha estado para ayudar al ser humano.
Un estudio publicado en The Guardian muestra que aunque muchos trabajos han evolucionado de manuales a mecánicos en los últimos 100 años, ha existido una compensación, es decir, mientras unos puestos desaparecen, otros trabajos se están creando.
La tecnología siempre va a hacer que haya más y mejor empleo, no lo contrario. Pero ya hay muchos robots que hacen labores profesionales como cirugías, ¿qué rol tendrán en las actividades productivas calificadas?
Hay un miedo infundado provocado por las películas como “Robocop” o “Terminator”, pero la inteligencia artificial es más visible de lo que creemos.
Por ejemplo, lo vemos cada fin de semana en el fútbol con la tecnología del VAR, donde hay diez personas detrás de una máquina, entonces, es claro que la automatización crea empleo y facilita cosas que antes no se podían hacer.
Detrás de cada robot debe haber gente que lo maneje, que lo sepa actualizar y reparar, esto es bueno para el empleo y para el ser humano. ¿Qué tan significativa será está compensación laboral?
No hay un dato exacto, pero siempre se estima un superávit: la automatización siempre va a crear más empleos que los que destruye.
Los mejores ejemplos son los países asiáticos, como Corea del Sur y Singapur, que solo tienen un 4% de desempleo pero son los países que tienen más robots por empleado. ¿Cómo capacitarse para “dominar” sobre los robots?
Hay que invertir en educación; Corea del Sur y Singapur invierten entre un 7% y 8% de su PIB en educación y tienen buenos resultados.
Aparte de la capacitación de cada persona, el Gobierno debe facilitar los lugares formativos, con carreras que se adapten a los puestos actuales y los nuevos. Costa Rica también invierte un 8% de su PIB en educación, pero aquí no tenemos la automatización y capacitación de Corea del Sur y Singapur…
Están lejos de ellos porque lo que hacen esos países es que el Gobierno además de invertir en las universidades públicas, también lo hace en las privadas a través de becas.
Lo que tienen que hacer ustedes y sus vecinos es dejar avanzar a las universidades privadas, ya que las públicas están siendo el lastre para estas instituciones. ¿Dónde ubicaría a Costa Rica en el panorama mundial de la robótica?
Hay tres grupos: los pioneros que son los países asiáticos desarrollados, Alemania y Estados Unidos; un segundo grupo con España, Italia y otros europeos, y en un tercer grupo estaría Costa Rica, con el resto de países de Latinoamérica.
Y están en un tercer escalón porque no tienen la infraestructura, y no van a invertir en inteligencia artificial cuando tienen otras prioridades que en países más desarrollados ya están cubiertas.