LA MATEMÁTICA ES FANÁTICA DE LA LIGA
La matemática se uniformó de rojo y negro en el Apertura.
El Alajuelense pierde cinco puntos en su estadio, tres ante Saprissa y dos frente al Santos, pero no pierde la cima de la clasificación; aritmética eriza.
Sus escoltas cercanas no aprovechan los tropiezos de las huestes de Andrés Carevic y, a la hora de dar el salto alto que los trepe a la cúspide, se quedan estacionados.
Incluso, aun saliendo un triunfador del juego pendiente de la jornada ocho entre Herediano y el campeón nacional San Carlos, ninguna de estas oncenas atrapa al León en el liderazgo.
En una fecha de tres empates en cinco partidos, poco se movió en la clasificación, a excepción del enorme salto que dio el Cartaginés tras apalear 4-1 a Grecia, que lo catapultó a zona de clasificación, mientras que los Guerreros del sur, fieles a su estilo, marcaron gol tempranero ante Universitarios, lo cuidaron hasta el final y ese triunfo mínimo les permitió cazar a Jicaral en el sexto lugar de la tabla.
Un detalle curioso, y que en ocasiones pasa inadvertido, se dio en el cierre del juego entre Limón y Saprissa.
Ricardo Allen, técnico de la Tromba, paró una línea de cinco ante el Saprissa: Nelson, Hernández, Gordon, Bennett y Bolaños, quinteto que no tuvo mayores complicaciones para frenar un ataque frágil y débil del Monstruo, con el pequeño Manfred Ugalde perdido ante la potencia física de sus celadores y Johan Venegas sin recibir municiones.
Limón ganaba el juego 1-0, y lo controlaba tácticamente, aunque el balón era del Saprissa.
Pasado el minuto 80, el líbero limonense Johnny Gordon empezó a “arratonarse”; caía al zacate, lo atendían y volvía al juego.
Punto altísimo de la retaguardia local.
A la tercera “arratonada” tuvieron que sacarlo en camilla en el minuto 91.
Entró Neeuro Jiménez, lógicamente que frío y desconcentrado, y enseguida Saprissa montó la jugada del empate.
Saque de banda rápido a Jonathan Martínez, nadie lo marca y el volante se filtra en el área y da “pase de la muerte” a Venegas, quien conecta suave a los cordeles.
Creo sinceramente por lo que se vio en todo el partido, que con Gordon ahí atrás, el Monstruo no termina la jugada.
Ningún defensa local fue a la marca de Johan, lo que provocó la furiosa y lógica reacción del portero Dexter Lewis por tan monumental descuido.
En síntesis: hay “arratonamientos” que matan.