DEBERÍAN RECORTARSE LOS SALARIOS EN LOS SELECCIONADOS
Del señor Herberth Ulloa recibimos este comentario que consideramos de suma actualidad, después de conocer que el señor Gustavo Matosas supuestamente se regresó a México con $135.000 dólares, salario de tres meses por “no hacer nada”, según palabras del propio técnico. Dice don Herbert: “Me gustaría que abriera un espacio de debate con relación a los gastos de la Federación de Fútbol y los pagos a entrenadores extranjeros. Mi premisa, sería: Si hay poco tiempo con los jugadores y en realidad no son formadores de jugadores y no vienen a enseñar nada nuevo, aunado de que la base es de jugadores en el extranjero:
¿No sería mejor pagar un salario más bajo en Costa Rica y acorde a nuestra idiosincrasia de unos 20 mil dólares a un entrenador tico, y destinar la diferencia en pagar cursos a un staff de entrenadores nacionales que se capaciten en el extranjero y vengan a enseñar a selecciones menores y equipos nacionales lo aprendido?
Lo mismo debería funcionar con los premios a jugadores y cuerpo técnico, que debería recortarse y emplearse en capacitación a otros entrenadores nacionales para que vengan a enseñar lo aprendido.
Es ridículo la fiesta que hacen con premios. Los jugadores son profesionales y ya ganan bastante en sus equipos, que dicho sea de paso recibieron también dinero por la participación de sus jugadores en selecciones nacionales.
Formar parte de la selección debería ser pago suficiente por la vitrina que está ofrece a sus integrantes”.
Como agregado al comentario del señor Ulloa -que no sabemos si se trata de un exfutbolista de los años 60 que tenía su nombre-, decir que siempre me llamó la atención que los técnicos de fútbol en el mundo ganen salarios “corridos”, no importa las selecciones que entrenen, pasen “varadas” semanas y meses por falta de competencias.
Con un poco de malicia indígena, de la que hablaba Parmenio, a la hora de fijar salarios y premios, debería negociarse con el técnico de turno una rebaja a su ingreso mensual en meses sin actividad competitiva, y destinar esos montos, como dice don Herberth, a otras necesidades que urgen en todos los trabajos que se planifican con selecciones nacionales de todas las categorías, sobre todo en capacitación y formación de entrenadores.
El “Tata” Martino en México recibió $750.000 en tres meses, terminada la Copa Oro, por no hacer nada.