HEREDIANO COMBINA CALIDAD Y SUERTE
¿Juega Herediano con suerte de campeón? La respuesta es sí.
Pero queda un capítulo para que la interrogante se responda cierta. Mal que bien, al León lo dejaron herido, pero vivo, y puede que el rey de la selva empiece a masticar.
Suma tres juegos en cero, pero diferentes circunstancias no le han permitido desarrollar su juego “normal”. Quizá ese partido determinante al estilo del León se presente a la hora en que las campanas de las iglesias de la ciudad de las flores, sonoras y rebosantes, deberían anunciar su funeral.
Lo sucedido el domingo en el corto lapso que Guevara pega su remate al poste y Herediano anota con gol de ombligo es más suerte que calidad.
“Cusuco” tenía las redes disponibles; Ariel Soto ni cuenta se dio de su anotación.
Pocos minutos después, la Liga se combina y dibuja ocho pases seguidos, insípidos y horizontales. En el penúltimo, Meneses toca mal atrás a Junior y lo obliga a derribar a Rubio que se fugaba solitario. Expulsado el defensor central.
Menos de 20 minutos, cayendo 1-0 y se quedan con diez unidades. En el juego anterior en la misma sede, errores puntuales de Adonis Pineda encumbraron y motivaron al Team a un triunfo que debió ser más amplio.
Estampas reales de dos partidos en que la Liga quedó condicionada a cambiar el plan inicial de juego, no tanto por virtudes del rival, sino por sus propios errores. Pero queda la última oportunidad.
Aparte, estas circunstancias, digamos que “ajenas” al desarrollo normal de un partido, el Herediano merecidamente venció en las dos confrontaciones, aportando su propia calidad.
Los errores de los jugadores manudos empujaron a sus rivales a facilitarles el éxito, pero sería mezquino no reconocer la tremenda serie que se juega Esteban Alvarado; el eficiente y sorpresivo trabajo de los centrales Salazar y Soto, que hicieron olvidar a Brown y Reyes y el aporte táctico y de liderazgo de los volantes centrales Granados y Azofeifa.
Simplemente que los errores de la Liga le han ayudado a un sólido equipo como el Team a que las finales se le hayan puesto más cómodas.
Alajuelense no ha presentado un delantero tan capaz como Bryan Rubio y sus volantes por fuera, no son ni la sombra de Burke, Torres y Nextaly.
Herediano acepta los regalos y castiga la ineficiencia del adversario. La suerte dibuja también su rol.
Toca al León, aunque sea con dentadura postiza, ponerse a masticar.