TENER GASOLINA MÁS BARATA: ¿MISIÓN IMPOSIBLE?
Impuestos y exigentes estándares de calidad propios de Europa son responsables, según expendedores
Costa Rica tiene el sexto precio más alto de América Latina, lo que le resta competitividad
La esperanza de tener una gasolina más barata parece una misión imposible mientras el país aplique un exigente modelo de control de calidad con estándares de primer mundo en toda la cadena de distribución, según los empresarios del sector, quienes también destacan la alta carga impositiva.
Los combustibles en Costa Rica pagan un impuesto especial, más el flete y margen de estaciones de servicio, el margen de operación de Recope y otro monto por subsidios y canon.
Sin estos impuestos y subsidios, el combustible costarricense sería el más barato de Centroamérica, pero actualmente es el sexto más caro de toda América Latina, con un precio promedio de $1,08 por litro.
Asimismo, el costo final de los hidrocarburos se encareció en ¢1,19 por litro recientemente, esto debido a que quienes transportan el combustible deben pagar el Impuesto de Valor Agregado (IVA) y trasladarlo al consumidor.
A pesar de que esta carga impositiva es fuerte y la principal causante del alto precio, el modelo costarricense es solidario, a diferencia de los otros países de Centroamérica, dijo Priscilla Piedra, socia de Impuesto de Deloitte.
“Tenemos como componente indispensable del combustible un esquema solidario que subvenciona otras áreas, además de un precio único en todo el país que debe tener una manera de compensarse”, explicó.
El modelo es considerado como justo por los mismos expendedores, agrupados en la Cá
mara de Empresarios del Combustible, pues es la única manera de que Recope genere utilidades.
Con lo que no coinciden es con los estrictos controles de calidad, otro factor que encarece el producto final.
“Estamos aplicando controles para estándares europeos, donde hay flotillas más modernas. Con controles un poco más flexibles tendremos la calidad adecuada para la realidad del país, reduciendo costos operativos”, manifestó José Miguel Masís, director de la Cámara de Empresarios del Combustible.
Un combustible de menor calidad, pero acorde con la flotilla circulante, es lo que permite menores precios en los países vecinos, coincidió Piedra.
En este escenario, es casi misión imposible abaratar el costo de los combustibles en Costa Rica porque implica un cambio de modelo tarifario y no es sencillo migrar a otro tipo de impuesto, como el IVA, según lo sugerido por la Cámara de Industrias.
Reducir los impuestos, migrar al IVA o cambiar el modelo requeriría una restructuración compleja de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, pues el combustible es un bien que debe ser tratado de manera especial al contenerse en un monopolio del Estado.
La solución a mano para bajar los precios es la introducción del biocombustible, involucrando al productor nacional para que la mezcla sea más barata.
Recope, que comercializará combustible con un 8% de etanol a partir de junio, prometió vender la mezcla a un precio menor que la gasolina Súper convencional, combustible que, eventualmente, será sustituido en las estaciones de servicio.