“A mí me gustan los retos y este es uno donde hay muchos”
La exministra de Hacienda iniciará sus funciones el 1º de junio y es un nombramiento por cinco años
Las pensiones de nuestro país necesitan de muchos cambios para sobrevivir en el tiempo; nos quedan pocos años para tomar fuertes decisiones en esta materia y, ¿quién mejor que Rocío Aguilar, la mujer que lideró la reforma fiscal, para tomar nuevamente el liderazgo y generar el cambio en la administración de los fondos de retiro?
¿Por qué volver a la función pública, en especial en un puesto que trae muchos retos, y luego de su salida como ministra de Hacienda el año pasado?
Cuando usted ve mi trayectoria, para nadie es un secreto que a mí me gustan los retos.
En la primera etapa de mi vida pude participar entre los pioneros de la banca privada; además, fui la primera mujer en ser contralora general de la República y quizás el reto más importante de mi vida fue el ser ministra de Hacienda y poder llevar adelante una reforma fiscal que, hoy incluso ante las complejidades que esta pandemia por el Coronavirus, vemos cómo esas decisiones que se tomaron para mejorar el perfil de vencimientos de deuda de este año se convierten en elementos importantes. No me quiero imaginar lo que hubiera sido tomar esta emergencia sin esas decisiones.
Cuando me mencionan la posibilidad de asumir la Superintendencia de Pensiones, pensé en algo que ya desde el 2008, cuando era contralora, analizaba y es el desafío del cambio demográfico por una menor natalidad y miraba ya dos retos importantes en materia de pensiones y en salud.
Fue en el 2008 que, junto con el doctor (Luis) Rosero, enfocamos ese tema dentro del capítulo de opiniones de la Contraloría y así lo abordamos; creo que es uno de los retos importantes para Costa Rica y para los países en América Latina en general.
¿Dónde estarán esos retos?
Vamos a tener que tomar decisiones relevantes como país para mejorar tres cosas; la primera es la cobertura, la informalidad, la no cotización de sectores como los independientes que hacen que, al llegar a la etapa madura, enfrenten la ausencia de un ingreso mensual que les permita una vida digna.
La segunda es encontrar la manera para que, como país, esas coberturas no sean insuficientes y la otra es cómo hacer de esto sostenible; para Costa Rica esa sostenibilidad es de un equilibrio complejo, sobre todo porque parte de esa población que no ha contribuido para una pensión futura, es precisamente el Estado el que debería ser el apoyo y entonces con finanzas públicas sostenibles esto sería un reto importante.
Y otro tema importante es verificar la multiplicidad de regímenes que tenemos, ver los que están con cargos al presupuesto, como que el 20% de los ingresos tributarios se van precisamente a pensiones que por decisiones históricas nunca se crearon los métodos para sus financiamientos, este será otro reto interesante.
¿Y de esos retos, cuál será lo primero que ejecutará?
Lo primero será revisar bien la información, ver los estudios actuariales que ya existen, escuchar a otros expertos sobre este tema, encontrar dónde están las soluciones más próximas, ver los ajustes necesarios que se deben hacer para impulsarlos, ver cuánto se requiere desde lo fiscal, si se necesitan ajustes en la edad de pensión, qué se espera de nuevos cotizantes y, un tema que me parece vital es combatir la informalidad.
Muchas personas ya están criticando su nombramiento, en especial porque el salario de los superintendentes es muy elevado. ¿Es cierto que el suyo será menor?
Desde la creación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, en lo relativo al capítulo de Empleo Público, la nueva estructura salarial es muy diferente a la que se entrega anteriormente, ya que este da un tema de salario único, techos salariales, revisa todo el tema de beneficios, anualidades entre otros.Así que ahora será más o menos la mitad del salario que antes recibía un superintendente.
¿Qué pasó con la recomendación de sanción por parte de la Contraloría, que fue lo que, al final, hizo que usted renunciara a Hacienda?
Aquí lo más importante es que la Contraloría no tiene la potestad para sancionar a un ministro; puede recomendar o enviar la relación de hecho, si se quiere decir de esa forma, al presidente, y al final emitir una recomendación, que es no vinculante; o sea, no es una sanción.
Incluso en aquel entonces, yo le dije al presidente que era preferible que él no tuviera que resolver sobre el particular, que yo pretendía renunciar, incluso yo no presenté ninguna apelación frente a la Contraloría, ya que no lo consideré conveniente, así como tampoco consideré conveniente que el presidente tuviera que escoger ante una situación como esa y esa fue la razón por la cual renuncié.