NOTA DE TANO
HEREDIANO EMPATÓ 10 JUEGOS DE 22: TOTAL IRREGULARIDAD
Los equipos que dirige José Giácone no se distinguen por características ofensivas. En mucho, el hoy cesado director técnico del Herediano refleja en el accionar de sus pupilos su forma de ser desde el banco de la reserva.
Serio, huraño, rocoso, cero sonrisas, sin picante, sabor y salsa. Un tipo concentrado en lo suyo, receta que le permitió el lujo de conquistar dos títulos en un plazo muy corto, con Pérez Zeledón y Herediano respectivamente.
Repasemos cómo la temporada estuvo resquebrajada en todas las zonas del equipo.
Recordemos que el Team fichó a Bryan Segura, el año en que fue declarado el mejor portero del campeonato, adelantándose a una eventual venta de Esteban Alvarado al extranjero. Pocas horas después de firmar al generaleño, Jafeth Soto anunció que Esteban seguía en el equipo, duro golpe anímico para Bryan, quien por respeto, solo en una oportunidad insinuó su malestar por el evento.
El día que el Team campeonizó en Alajuela, la defensa la formaron Fuller, Brown, Soto y Diego González. Solo Ariel sobrevivió a la semifinal de esta temporada.
Giácone sentó a Fuller, suponemos que por razones disciplinarias. Si lo hizo por razones futbolísticas, cometió un grave error, tan grave como la tontera de Keyner Brown de dejarse expulsar en un juego de trámite y quedar fuera en una instancia en que su presencia en la retaguardia resultaba determinante.
Don Pepe Giácone, en otro de sus yerros, no pudo manejar ni controlar la presencia de Yeltsin Tejeda en la reserva.
Sus hombres de confianza en el puesto eran los veteranos Azofeifa y Granados, pero sintió presión, probablemente venida desde la Gerencia, de que no podía darse el lujo de tener sentado a Tejeda, quizá, junto con Alvarado, los dos jugadores mejor pagados del equipo. Por presión externa, también le dio algunos minutos a Fabricio Ramírez, jugador en el que no creyó.
Sus preferencias por Torres, Burke y Nextaly, le negaron espacio a José Mora, Suhander Zúñiga, John Jairo y el mismo Ramírez.
En ofensiva, el binomio Rojas-Ruiz, no pudo tampoco completar, suplir o repetir lo que en su momento aportaron los artilleros Francisco Rodríguez, Bryan Rubio e incluso Aldo Magaña.
Herediano fue un equipo irregular, rachas con victorias y también sin triunfos y alcanzó a clasificarse de nuevo en el cierre de temporada, en esta ocasión sin la fortaleza mental, ni la sobriedad futbolística que lo condujo a la corona.