Estas ocho regiones tienen mis dificultades para implementar clases a distancia
MEP debe iniciar estrategias en estos sitios, sugiere el Estado de la Educación
A esta problemática se suma la deserción: hay 91 mil estudiantes a quienes el MEP les perdió el rastro tras vacaciones de 15 días
Unas ocho regiones educativas fuera del Gran Área Metropolitana son las que más problemas de conectividad presentan para darle continuidad al curso lectivo vía virtual o a distancia.
Se trata de los centros educativos ubicados en las regiones de: Sulá (Talamanca, Limón), Peninsular (Paquera, Puntarenas), Grande de Térraba (Zona Sur), Aguirre (Quepos), Santa Cruz, Nicoya, Coto (Ciudad Neilly) y Cañas.
Estos sitios concentran a los docentes que no tienen conexión a Internet, identificó el Estado de la Educación.
“Acá surge un primer nudo de acceso: zonas alejadas y más vulnerables tienen mayor dificultad de interacción por problemas de conexión adecuada”, concuerdan Jennyfer León y Steffan Gómez, investigadores del Estado de la Educación.
Esto no quiere decir que la situación sea particular de estas zonas, ya que hay un 25% del personal docente con conexiones inestables (que usan su teléfono celular para impartir sus lecciones) o que no tienen del todo, lo que representa una barrera de entrada para impartir sus clases a distancia.
También se sugiere prestarle atención a lo que ocurre con al menos unos 2.397 docentes que a mayo de 2020, no habían establecido ningún contacto con sus estudiantes, ya que si se multiplica cada educador por el número de alumnos a su cargo, se traduce en más 548.300 intercambios que no ocurrieron.
“Esta situación ocurre, mayoritariamente, entre docentes de primaria que laboran en direcciones regionales grandes como Alajuela, Cartago, San Carlos y Limón. Acá hay una primera pista de por dónde empezar a resolver este problema”, revelan los investigadores.
Allí es donde deberían iniciar las estrategias para fortalecer la educación a distancia.
Esto cobra importancia, ya que la modalidad a distancia coexistirá con la presencial a partir del 2021, según adelantó Guiselle Cruz, ministra de Educación.
Otro problema en el que se deben centrar las estrategias para llevar la educación a distancia a todos los sitios del país, es el acceso a equipo.
Antes de la pandemia varios estudios realizados por el Estado de la Educación, arrojaron que la falta de acceso a recursos tecnológicos figuraba entre los principales factores asociados a los bajos rendimientos que mostraban los estudiantes que vivían fuera de la GAM.
Solamente la mitad del estudiantado residente en las regiones Huetares y Chorotega había usado una computadora en los últimos tres meses y su acceso desde el hogar era relativamente bajo.
Además, en algunos hogares la presencia de este equipo no garantizó el acceso al estudiante, por lo que resalta el papel que juega el centro educativo para facilitar su uso.
Esta falta de conectividad y de equipo en estas zonas también incide en la deserción estudiantil.
Tras las pasadas vacaciones de medio periodo, el Ministerio de Educación le ha perdido el rastro a 91 mil estudiantes, los cuales, no se conectaron a clases, no envían trabajos y sus docentes no logran un contacto telefónico con ellos.
La cifra de desertores representa el 8,5% del total de matriculados (más de un millón de estudiantes) al inicio del curso lectivo.
Sin embargo, acá también entran otras causas como la carencia de recursos económicos e incluso el desinterés o falta de apoyo padres y encargados para que el menor continúe con sus estudios.
En este caso el reto será de los directores regionales de tratar de restablecer el contacto con esos estudiantes para conocer cuáles son las razones e intentar reincorporarlos.