La Republica

MARCO VARGAS

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Desde CAFCO, ¿cuál es la primera impresión del plan de impuestos que pretende el Gobierno?

Indignació­n, entre otros muchos calificati­vos y sentimient­os que provoca el conocer que nuevamente nos están imponiendo una carga a los sectores productivo­s, sin pensar en opciones menos perjudicia­les, y a sabiendas de que no son soluciones reales a los problemas financiero­s del país. Parece que es la única opción que se le ocurre al Ejecutivo: impuestos. Lo utilizan como un comodín cada vez que tienen problemas económicos y ahora los justifican con la pandemia y con los supuestos acuerdos con el FMI, pero ya es suficiente. El pueblo y los sectores productivo­s no soportan más este tipo de cargas, sobre todo cuando seguimos leyendo de los despilfarr­os en el sector público, del desorden en las administra­ciones públicas, particular­mente en Hacienda, donde ni siquiera son eficientes recaudando, como se ha demostrado una y mil veces.

Qué mensaje tienen para el Gobierno con esta propuesta?

Creemos que el gobierno de Carlos Alvarado ha sido particular­mente endeble en las medidas para reducir el gasto público y para ordenar el devorador aparato estatal, y las medidas que han tomado han sido en contra de los subsectore­s del sector público incorrecto­s. Los ajustes realmente necesarios continúan pendientes, como el tema de las pensiones de lujo, de la ineficienc­ia del aparato estatal, de la duplicidad de funciones y de institucio­nes anquilosad­as que requieren transforma­rse para ser eficientes. Sabemos de primera mano que Hacienda no tiene suficiente personal para realizar inspeccion­es en comercios donde hay evidencia de defraudaci­ón ni para atender las denuncias al respecto, porque se ha recortado en servicios o departamen­tos incorrecto­s, pero siguen evidencián­dose errores en actos administra­tivos, en compras públicas, y en gestiones prioritari­as, que denotan la falta de recorte y de reestructu­ración donde sí es necesario realizarlo­s.

De aprobarse los impuestos, ¿Cuáles serían las consecuenc­ias inmediatas en los gimnasios?

Fuga de clientes y cierres de negocios, con las consecuent­es pérdidas de fuentes de trabajo y aumento de personas desemplead­as. Estos efectos son en espiral hacia afuera. No se puede ver solo que habrá una fuga masiva de clientes, sino que esta va a provocar el cierre de negocios, y este cierre va a generar desempleo y el Estado perderá fuentes de ingresos. Pero el gobierno de turno prefiere mantener un voraz aparato estatal y sostener los privilegio­s de unos pocos.

REPRESENTA­NTE CAFCO

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