Cargill agudiza proyectos de responsabilidad social en tiempos de pandemia
Su misión es mejorar la seguridad alimentaria y contribuir con las comunidades cercanas a sus operaciones
Atender a las poblaciones más vulnerables ante la situación nacional del COVID-19 es uno de los objetivos que impulsa Cargill con sus proyectos de responsabilidad social empresarial, en el marco del Día Mundial de la Alimentación.
Durante la pandemia, Cargill ha reforzado su compromiso en Latinoamérica donando más de 800,000 kilos de producto en las comunidades, impactando a más de 2.3 millones de personas en la región. Por ello, en Costa Rica también se mantiene el propósito de la compañía de nutrir a las comunidades de manera responsable, segura y sostenible, a través de la alianza con la ONG Glasswing Internacional.
De forma conjunta se lleva a cabo el programa “Pancitas Llenas”, con el cual se le brinda a las familias la donación de kits de alimentos y productos higiénicos; así como donaciones permanentes de proteína. Adicionalmente, se atiende la nutrición de las mascotas de los hogares vulnerables y se apoya a las entidades del Gobierno, como son la Comisión Nacional de Emergencias, Caja Costarricense del Seguro Social, el Centro de Almacenamiento (ALDI); con donaciones de dispositivos médicos y equipo de protección para la atención de la emergencia en hospitales.
La atención ha estado enfocado en las familias vulnerables de las comunidades vecinas de Cargill, como son: San Rafael de Alajuela, San Antonio del Tejar y la California de Alajuela, Belén, Guararí y Birrí de Heredia y Sardinal de Puntarenas.
El proyecto está compuesto de varias alianzas, algunas directas como Glasswing y Cargill y otras indirectas como han sido la participación de Municipalidades, la Caja Costarricense del Seguro Social, el Colegio de Médicos de Costa Rica, Asociaciones de Desarrollo, ASADAS, Centros Educativos, el Banco de Alimentos de Costa Rica y Obras del Espíritu Santo.
“Este es solo un ejemplo de cómo Cargill trabaja con ONGs aliadas para apoyar la seguridad alimentaria, la salud y la seguridad, ante los desafíos de la industria alimentaria, debido a la propagación del COVID-19. Además de donaciones monetarias, la empresa está colaborando con organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo para donar alimentos, ingredientes y otros productos de alta necesidad para aquellos que son vulnerables durante esta pandemia. Por ejemplo, Cargill ha donado en todo el mundo más de 1,500 toneladas de alimentos a comunidades locales donde viven y trabajan nuestros empleados”, explica Xavier Vargas, Presidente de Cargill Proteína – Latinoamérica.
Otras iniciativas que se han desarrollado, alineadas con los valores de la compañía, se refieren a la donación de suplementos alimenticios, batas y otros insumos básicos para la atención a la emergencia en el Hogar de Ancianos: Santiago Crespo.
En total, se han donado 60,000 kilogramos de proteína para el consumo humano, 147,000 platos de comida, más de 1,000 kits de alimentos para las personas y más de 23,000 kilos de alimento para animales.
Por su parte, Cargill también pone a disposición de sus colaboradores, en todo el mundo,un fondo de ayuda en caso de desastre, con el fin de apoyarlos en momentos de desastres catastróficos, naturales o personales, incluida la situación actual con el COVID-19. De esta forma, si alguno de sus colaboradores necesita un apoyo monetario porque sus finanzas familiares se han visto disminuidas por esta crisis, puede acceder a este recurso interno.