Mejores salarios del sector público solo aumentarían por costo de vida y no por pluses
Sindicatos anuncian guerra a propuesta
Los mejores salarios del sector público solo podrían aumentar por costo de vida y no por pluses salariales, en caso de aprobarse la ley de empleo público.
Y es que si se valida un mismo salario para todos los burócratas por puesto laboral, se estaría fijando un límite de remuneración, haciendo que los servidores públicos que tengan una remuneración superior al salario estándar, solo podrán ver aumentado sus ingresos por el costo de vida sobre su salario base y no más por incentivos.
La iniciativa generaría un ahorro millonario al incorporar a toda la planilla del Estado, sin importar en cual institución laboren los funcionarios y sin tomar en cuenta si son nuevos trabajadores o llevan años laborando para el Estado.
Hacer más ordenado el sistema de remuneraciones y ahorrar recursos públicos, es el objetivo de la ley que impulsan legisladores de la Unidad, Nueva República y Liberación en la Comisión de Gobierno y Administración.
El establecimiento del salario máximo por puesto laboral, le correspondería al Ministerio de Planificación, quien tendría que hacer un estudio para determinar la remuneración máxima por categoría.
Se trata de acabar también con las disparidades salariales de hasta ¢3 millones para puestos puestos profesionales y de hasta ¢900 mil para otros cargos, según la Contraloría, quien señala a los pluses como los culpables de esta situación. El plan no solo abarca al gobierno central, sino también a las universidades, instituciones autónomas y municipalidades.
La moción que incluye a los trabajadores actuales del sector público en la ley, fue aprobada este martes, por lo que no está claro cuál sería su impacto en las finanzas públicas.
Sin embargo, se trataría de un ahorro millonario para el Estado, al considerar que una propuesta previa, impulsada por Pilar Garrido, ministra de Planificación, y que no incluía a la planilla actual del gobierno en el salario único o global, implicaba un ahorro de ¢243 mil millones.
Por otra parte, en los casos en que el funcionario público tenga una remuneración por debajo del salario único establecido o estándar, la futura ley permitiría hacer el ajuste para arriba.
La idea es que en un futuro cercano todos los empleados públicos tengan un mismo salario por puesto laboral, lo que permitiría acabar con el crecimiento constante de las remuneraciones por pluses.
Para el 2021, el gobierno central gastará
¢2,8 billones en remuneraciones, mientras que en el 2020 fue de ¢2,7 billones.
“Pretendemos que la propuesta de ley incluya funcionarios actuales y futuros. ¿Qué pasa con los funcionarios actuales? Si ese funcionario tiene un salario menor al que le corresponde para su categoría, este trabajador podrá aspirar a que se equipare su salario, pero si un funcionario tiene una salario compuesto mayor, no podrá tener ningún tipo de aumento hasta que se nivele su remuneración con el salario global, salvo el incremento por ajuste de inflación”, dijo Luis Fernando Chacón, diputado de Liberación.
La propuesta de ley es rechazada por diversos sindicatos del sector público.
“Se trata de una imposición totalitaria del salario único en el sector público. Si lo que pretenden es una confrontación abierta jamás soñada, este tipo de cosas son capaces de unir”, dijo Albino Vargas, secretario de la ANEP.
En estos momentos, el promedio de salario en el sector público es de ¢1,2 millones, mientras que en el sector privado es de ¢600 mil.
El proyecto todavía tiene que dictaminarse en comisión y aprobarse en dos debates en el plenario.