PREPARACIÓN

Antes de iniciar, los expertos recomiendan entrenar meses antes y tener una condición física estable ya que el recorrido mínimo a caminar son 42 kilómetros con un ascenso el acumulado de casi 4 mil metros.

De no tener un entrenamiento previo, el cuerpo podría sufrir consecuencias.

El segundo punto de preparación es haber probado antes el tipo de alimentos y bebidas que van a consumir cuando se realice el hike.

“Toda la comida que vamos a llevar para hacer el ascenso y descenso a la cima, ya se debe haber probado en entrenamientos previos, para así estar seguros que lo que vamos a ingerir nos va a caer bien”, señalan.

La aclimatación es otro factor importante.

“Si no realizamos entrenamientos en altura, nuestro cuerpo no va a simular las condiciones del Chirripó, por ende, cuando estemos a 3.400 metros en el albergue, nos podría dar náuseas, vómito, mareos, y demás síntomas provocados por la altura. Un dato importante es que la mayoría de nosotros vivimos a una altura de 1.200 msnm, y subir por encima de los 2.500 msnm, sin previa aclimatación nos podría generar el famoso mal de altura o mal agudo de montaña”, aclaran.