MENTALMENTE SAPRISSA Y HEREDIANO LUCEN SUPERIORES
En cada ocasión que el Cartaginés se hunde en las etapas decisivas en que se juega el título, incluso, partidos finales por la corona, no hemos dudado un segundo para señalas en esta Nota, que su derrumbe fue mental y no futbolístico.
Los ya casi 80 años de no ganar un campeonato, pesan demasiado y entonces, los jugadores brumosos de turno, entra a la cancha con varios elefantes sobre sus espaldas.
Igual sucede con el Alajuelense en menor grado. En esta Nota fuimos los primeros en señalar públicamente el tremendo error de sus dirigentes, cuando de hecho obligaron al equipo a campeonizar en el año del Centenario y lo cargaron de una presión externa absolutamente innecesaria.
Con siete años sin ganar la corona, los jugadores manudos entran a las instancias finales, presionados mentalmente, con igual número de elefantes en sus espaldas que los cartagos.
La mente es poderosa porque ejerce una influencia directa en nuestros actos conscientes. Es fundamental aprender a controlar el poder de la mente y equilibrar acciones, emociones, sentimientos y pensamientos, para poder concentrarse en el deseo máximo: el triunfo, el título.
Con la mente nublada y las emociones quebradas, se frenan la cabeza, el corazón y las piernas.
La gesta de Italia 90 nace cuando Bora Milutinovic quita la presión mental a sus discípulos. ¡Vayan a divertirse, que millones de personas los observan!, gritó el gitano.
La inolvidable, la imborrable Liga de Badú se cimentó en el poder de la mente, cuando la sandía sustituyó la charla técnica.
Se acerca la hora de coronar al campeón del Apertura y como cuando sucede igual pasa lo mismo, los cuatro grandes disputarán el título.
Hoy, mentalmente Saprissa y Herediano lucen más fuertes que Cartaginés y Alajuelense, porque se presentan a los partidos decisivos sin el arrastre de traumas.
Saprissa es el campeón nacional; el Herediano acaba de serlo. No hay rinocerontes en las espaldas de los jugadores florenses y morados. En cambio? .... Enorme trabajo le espera a los técnicos Andrés Carevic y Hernán Medford para reforzar mentalmente a sus jugadores y que se presenten a buscar la añorada corona, con acciones, emociones, sentimientos y pensamientos equilibrados para que se concentren en el máximo objetivo, sin distracciones y cargas mentales negativas por las frustraciones y pérdidas acumuladas en el pasado.