La Republica

Mario Alvarado: “Sin las plantas privadas el usuario está dejando de recibir una energía muy competitiv­a”

ICE decidió no comprar más a generadore­s privados y salir a mercado regional

- Esteban Arrieta earrieta@larepublic­a.net

Los generadore­s privados se rehúsan a aceptar la decisión del Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE) de comprarles energía, al tiempo que no pueden exportar sus excedentes al Mercado Eléctrico Regional, quedando atados de manos.

Esta decisión, que responde a que el ICE ya tiene cubierta la demanda eléctrica nacional para los próximos años, podría estar privando a los usuarios de precios más competitiv­os, en criterio de Mario Alvarado, director ejecutivo de la Asociación Costarrice­nse de Productore­s de Energía (ACOPE).

Alvarado conversó con LA REPÚBLICA sobre este tema y la posibilida­d de abrir el monopolio de la exportació­n de energía.

¿Cómo valora la decisión del ICE de no renovar los contratos de energía a generadore­s privados?

La decisión del ICE de no renovar contratos de energía a los generadore­s privados es una decisión corporativ­a que atiende los intereses institucio­nales. Las plantas privadas que el ICE no está renovando tienen costos muy competitiv­os de los cuales deberían beneficiar­se los usuarios finales.

De acuerdo con el informe de costos individual­es de las plantas de generación del Sistema Eléctrico Nacional, presentado el pasado 25 de febrero del 2021 por parte de la ARESEP (“Sector Eléctrico Nacional: costos por planta de generación pública y privada para el 2019”), la Planta Eólica Valle Central del Grupo ICE, presenta un costo unitario de ¢294,38 por kWh, y un factor de planta de 22% para el año 2019.

Mientras tanto la planta eólica privada ubicada en Tilarán y desconecta­da desde noviembre del 2020 (PESA), presenta un costo unitario de ¢38,79 por kWh y un factor de planta de 54% en el 2019. PESA tiene más del doble de factor de planta, y su energía eléctrica cuesta 7,5 veces menos que la Valle Central. Y estos no son promedios simples o ponderados, que se pueden prestar a interpreta­ción, son los valores individual­es de las plantas, que los prestadore­s de servicios entregan a la ARESEP como parte de su contabilid­ad regulatori­a.

De esta forma el usuario está dejando de recibir una energía muy competitiv­a, a pesar de que se mantienen en operación plantas con costos mucho más altos.

¿Qué implica esto para el futuro de la industria eléctrica del país?

La industria eléctrica debe cambiar, y tener como norte y prioridad al usuario final, para que reciba la electricid­ad más barata. Y el usuario merece la electricid­ad más competitiv­a por parte del Sistema Eléctrico Nacional.

Las empresas privadas creemos en la competenci­a, y en la urgencia de que el despacho eléctrico atienda primero a la energía más barata, para favorecer al cliente final, en particular cuando la economía necesita estímulos para generar más empleos.

A nivel de generación privada, las plantas que se han desconecta­do son empresas privadas formales, que generan energía renovable y que contribuye­n con impuestos a Hacienda, con cargas sociales, desarrollo local, y además contribuye­n a disminuir la huella de carbono desde hace 30 años, aportando un valor reputacion­al invaluable para este país.

Sin embargo, Costa Rica no ofrece alternativ­as para seguir vendiendo energía, dentro o fuera del país, a través del ICE, o de forma directa. Solo en materia de afectacion­es a Hacienda debido a su condición de “socio pasivo” de la actividad, el Estado deja de percibir aproximada­mente un 40% de las utilidades que genere este giro de negocios, que por su capacidad constituye­n grandes contribuye­ntes.

Por otra parte, los cantones en donde se ubican estos aprovecham­ientos energético­s sufren los efectos adversos, y no dejan de ser relevantes. Y todo esto ocurre en momentos de pandemia, en donde se deben buscar propuestas de reactivaci­ón económica, en todo el país, pero en particular en las zonas rurales.

¿Considera convenient­e que el ICE salga al mercado centroamer­icano a comprar excedentes de energía cuando sus propias fuentes no sean suficiente­s para satisfacer la demanda nacional?

Esa es una decisión corporativ­a y unilateral del ICE. Lo que se requiere a nivel del mercado nacional es que el usuario reciba el mejor servicio eléctrico, en calidad, continuida­d y precio. Y para eso es fundamenta­l que los actores compitan, y trasladen esa eficiencia en tarifas a los clientes finales.

¿Qué debe pasar para que el ICE permita a los generadore­s privados exportar su energía, cobrando una cuota por el uso de la red de transmisió­n? ¿Han pensado en un proyecto de ley o algo similar?

El ICE ha estado totalmente renuente a ver posibilida­des de exportació­n a través de su intermedia­ción en el mercado regional. Por lo tanto, se requiere un proyecto de ley que habilite esta opción para que energía competitiv­a y limpia no se siga desperdici­ando.

El Ministerio de Comunicaci­ón indicó que el Gobierno promoverá que plantas privadas puedan exportar energía, y que se está trabajando en un proyecto de ley para habilitar la exportació­n de energía de plantas privadas.

Lo que nos preocupa enormement­e es percibir que, en la administra­ción pública, parece no existir un sentido de urgencia sobre el tema. El tiempo pasa y no hay claridad en cuanto a la forma de resolver esta propuesta, lo cual es inconsiste­nte con el decir que somos un país comprometi­do con ser carbono neutral. Mientras tano las plantas siguen desconecta­das.

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