Iyok Ami: El mejor lugar para avistar al místico quetzal en Costa Rica
SI ES AMANTE DEL SENDERISMO, CONOZCA ESTE SITIO NATURAL CON RUTAS DE LOS 4 KM A LOS 13 KM
Si es un amante de la naturaleza y le apasiona el senderismo, no puede perderse la oportunidad de visitar la finca agroturística Iyok Ami, ubicada en el Cerro Buenavista, más conocido como Cerro de la Muerte.
Este lugar es el hogar del místico quetzal, un ave que es considerada como una de las más hermosas del mundo.
Ubicada en el kilómetro 71 de la Interamericana Sur, esta reserva en el bosque nuboso de páramo cuenta con las cualidades ideales que la mística ave requiere para su cortejo, apareamiento y anidamiento.
Además, el terreno y los senderos están divididos según la dificultad, en principiante, intermedio y avanzado, lo que la hace ideal para personas de todas las edades y niveles de experiencia.
“Las categorías van según las distancias, la calidad y estructura básica de los senderos, la estabilidad de los escalones y la altura, hay otros más orgánicos donde se camina por ríos y caminos más vírgenes que son más difíciles”, señaló Bedrich Sruta, encargado de Iyok Ami, que significa “Madre Tierra” en idioma bribri.
Este proyecto se consagró gracias al aporte y trabajo durante años de Mauren Vargas, madre de Bedrich.
La ruta para principiantes tiene una distancia de cuatro kilómetros mientras que el intermedio es de ocho y el avanzado de 13.
“Normalmente cuando van a anidar vienen a las partes altas, especialmente porque aquí encuentran su alimentación y se alejan de los depredadores como el tucancillo u otras aves rapaces”, dijo Sruta.
Además, debido a lo nuboso de la región se sienten protegidos y camuflados. El ciclo va de febrero a abril, cuando se da el apogeo de cortejo, apareamiento y anidamiento. A finales de abril y mayo la hembra pone los huevos y en alrededor de 22 días las crías rompen el cascarón para emigrar con sus madres.
De junio en adelante resulta más difícil observarlos al movilizarse a zonas de menor altitud. El Cerro de la Muerte también tiene una importante cantidad de árboles nativos de aguacatillo, cuyo fruto es la principal fuente de alimento de estos animales y que los atrae a la zona.
Este proyecto se fundó hace 30 años gracias al apoyo de estudiantes universitarios de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, que de manera voluntaria mejoraron los senderos para descubrir de mejor manera las bellezas del cerro.
Además de las caminatas, Iyok Ami cuenta con hospedaje, así como comedor y área de lectura.
“Gracias al quetzal se desarrollaron muchos eventos turísticos en la zona y genera una economía estable para la gente de aquí, también evitó que siguieran sacando madera y en su lugar se siembran más aguacatillos”, indicó Sruta.