LA CUEVA, REPLETA, ESPERA A UN LEÓN QUE MUERDA
Herediano 15 puntos, Alajuelense 14, Saprissa 13 unidades. La “escalerita” está construida y lógicamente la aritmética dicta que el equipo que gane el clásico mañana, se apodera del primer lugar, claro, con dos juegos más que el Team, quien sonriente, confía en que morados y manudos empaten para consolidarse como líderes solventes del Clausura.
Cuando se enfrenten Saprissa y la Liga en La Cueva, ya conoceremos la historia del Herediano en Toluca. O se terminó la fiesta de la Copa de Campeones de Concacaf temprano para las huestes de Héctor Altamirano o se duplica el festejo para la nómina del capitán Orlando Galo, si eliminan a los “choriceros” y además el Monstruo y el León se hacen daño entre ellos.
En cuánto a goles anotados, también los tres grandes armaron otra “escalerita”: Saprissa suma 10, Alajuelense 9 y Herediano 8 goles, eso sí, los florenses con un juego menos. En zona de retaguardia, el marco que defiende Aaron Cruz es el menos vencido del Clausura; solo ha recibido tres anotaciones en seis partidos.
Salvo esa oportunidad de pescar la cima de la clasificación, esta confrontación entre los dos equipos más populares del país define poco, dado que el torneo apenas llega a la mitad de su primera fase y hay mucho camino por recorrer.
Saprissa recibe en La Cueva a un Alajuelense más presionado al triunfo, porque sus últimos dos partidos, contra los equipos sotaneros de la clasificación, fueron un martirio. A Puntarenas le ganaron en el cierre con dos anotaciones de Fernando Lesme, un juego que tenían perdido y luego apenas le empataron a Grecia, dueño del sótano, resultado que aumentó el fastidio de sus seguidores.
Con una nómina repleta de estrellas para el nivel local, los pupilos de Andrés Carevic no se cansan de atacar, pero por diferentes circunstancias no encuentran la red. Esta Liga de Carevic, como las anteriores que dirigió don Andrés, debe sumar un récord nacional de ocasiones de gol perdidas. Es impresionante los “goles muertos” que botan.
Saprissa, en ofensiva, es un equipo más práctico, más simple, más directo y no se le complica tanto pegar con los cordeles del enemigo. Ariel, Javon, Paradela, Madrigal, Sinclair, Torres, encuentran el gol con mucha mayor facilidad que el ataque manudo y esto ha marcado mucho la diferencia en la conquista del tricampeonato por las huestes del apacible técnico Vladimir Quesada.