Integración de la sostenibilidad en la gobernanza es vital para el futuro empresarial: Alberto Porras, Baker Tilly
Es fundamental abordarla e integrarla desde sus tres ejes: económico, social y ambiental
La adopción de prácticas sostenibles no solo optimiza los costos operativos, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades comerciales
En un mundo cada vez más consciente de los desafíos, financieros, ambientales y sociales, la integración de la sostenibilidad en la gobernanza corporativa se ha convertido en un imperativo para las empresas que buscan asegurar su éxito a largo plazo.
“La sostenibilidad ya no puede ser vista como una opción, sino como una necesidad en el mundo actual”, señaló Alberto Porras, socio director de la firma Baker Tilly, quién además explicó que la gobernanza corporativa es el conjunto de personas encargadas de tomar decisiones estratégicas dentro de una organización.
De esta forma, las empresas deben empezar por evaluar sus prácticas actuales y establecer metas claras en cuanto a sostenibilidad, volviéndose esencial educar y capacitar a los empleados para que puedan contribuir de manera efectiva a la implementación de prácticas sostenibles en todos los niveles de la organización, empezando por su gobernanza. Sin gobernanza comprometida, no hay sostenibilidad.
Además, es fundamental que la sostenibilidad sea vista, trabajada e incorporada desde sus tres ejes: económico, social y ambiental, detalló el experto.
Sobre los beneficios que ofrece una estrategia de sostenibilidad, es importante tomar en cuenta que esta va más allá de responsabilidad social, pues conduce a una reducción de costos operativos y a oportunidades de negocio con empresas que exigen estándares sostenibles en su cadena de valor.
“La sostenibilidad es una inversión en el futuro de una empresa que requiere de una adaptación constante a las tendencias emergentes y que permite indudablemente establecer relaciones comerciales exitosas en un mundo cada que busca no solo ser más competitivo, sino también sostenible. No alinearse con esta nueva forma de gobernanza puede marcar el fin de una organización”, añadió Porras.
Además de considerar estos beneficios a largo plazo, las empresas deben reconocer el valor de la sostenibilidad para mantener su imagen y credibilidad ante consumidores y otros interesados afines a la organización.
“Cada decisión tomada desde el gobierno corporativo con un enfoque sostenible refuerza la confianza del público, propicia la continuidad del negocio y mejora la percepción de la marca, lo cual es fundamental en un mercado global altamente competitivo”, enfatizó Porras
El compromiso con la sostenibilidad no solo se traduce en una ventaja competitiva, sino que también promueve mayor lealtad por parte de los clientes, quienes cada vez más prefieren empresas con responsabilidad ambiental y social.
En este escenario es necesario contar con regulaciones que apoyen la sostenibilidad corporativa. Mientras las empresas juegan un rol clave, también es esencial que existan marcos regulatorios que promuevan prácticas sostenibles y aseguren que todas las empresas, sin importar su tamaño, participen en este esfuerzo global.
“El establecimiento de políticas claras y consistentes puede acelerar significativamente la adopción de prácticas sostenibles desde la gobernanza corporativa, cerrando la brecha entre las ambiciones a largo plazo y las acciones del presente”, finalizó Porras.