CHEPE TIENE SU ENCA NTO
La artista tica Carolina Rodríguez tiene una manera muy especial de “rescatar” los edificios más representativos de San José.
Con talento y a punta de serigrafía nos enseña caras quizás no siempre vistas de construcciones que son patrimonio histórico y arquitectónico como el Mercado Central, la vieja botica Solera, la catedral, el Teatro Nacional, el elegantón edificio Herdocia (al costado norte del Correo).
Días atrás, algunas de esas edificaciones se instalaron en vajillas que puso a la venta Cemaco; es decir, ahora usted puede comer y beber teniendo muy cerca los trapitos de dominguear de la capital.
–¿Cómo nace la idea de rescatar la historia de esta forma?
Desde el 2007 trabajo con temas urbanos. Fue para el proyecto de graduación de la carrera de grabado en la UCR que nació la idea de retratar personajes y lugares emblemáticos de San José.
–¿Por qué tanto peguecon los edificios de Chepe?
Me enfoco más que todo en la ciudad de San José. Nací y crecí muy cerca de la capital (en la ciudadela Calderón Muñoz), me identifico mucho con la ciudad, desde siempre he transitado sus calles y avenidas. Desde pequeña me encantaba caminar y descubrir lugares nuevos.
–¿Cuál edificio saca pecho en sus obras?
San José conserva muchas joyas arquitectónicas muy importantes que son un reflejo de los logros alcanzados por los costarricenses; por ejemplo, el Teatro Nacional, creado gracias a la exportacióndecafé y alaportedelos costarricenses.
–¿Cuál joyita le gusta más y le alborota el sentimiento?
Es difícil decir cuál me gusta más, pero el Correo siempre me lla- mó la atención por su bella arquitectura y por la ubicación, siempre vibrante, lleno de gente, personas conversando. Tengo una idea romántica que me transporta a principios del siglo veinte y cómo fue vivir en esa época. –¿Cuáles recuerdos le vienen a la mente? Muchos en general, en especial el Mercado Central, adonde me encantaba ir a comer. Desde pequeña me gustaba acompañar a mi mamá a hacer compras, me fascinaba caminar por sus recovecos llenos de colores y sabores de plantas aromáticas, yerbasycomidas de todo tipo. para mí siempre fue mágico y misterioso es el Museo Nacional, a donde iba desde niña y todavía me transporto al pasado, ahí me siento
conectada con mis raíces. –¿Qué debemos hacer los ticos para cuidar su historia?
Cultivar un sentido más profundo de la identidad, valorar la cultura, fomentar en nuestros hijos la curiosidad por aprender y conocer nuestras raíces.