Doce meses de ‘guerra’ ycontando
Desde que Uber ingresó a Costa Rica, el viernes 21 de agosto del 2015, la “fuerza roja” declaró a la empresa internacional como su enemigo número uno.
Ese mismo día en la noche los taxistas marcaron la cancha y demostraron que su principal herramienta para combatir Uber sería la violencia.
Un grupo de taxistas persiguió, por todo Chepe a un chofer afiliado a Uber hasta acorralarlo y le golpearon el vehículo, incluso con un bate de béisbol.
La empresa extranjera apadrinó al chofer pagándole los daños y aseguró que Uber no es ilegal, porque funciona bajo la figura de “comunidades de autoabastecimiento”. la cual se emplea en Costa Rica para la administración de servicios públicos como agua y electricidad.
Colocho legal. Al Gobierno se le hizo un colocho y hasta la fecha no sabe qué hacer con Uber.
El mismo día queempezó a funcionar la aplicación, el ahora exviceministro de Transportes Sebastián Urbina aseguró que la Policía de Tránsito sería la encargada de ponerle freno a la aplicación.
El mismo 21 de agosto laPolicía de Tránsito sacó de circulación dos carros de Uber, pero el impulso duró muy poco.
El 19 de febrero de este año, la Sala Constitucional acogió para estudio un salacuartazo de los diputados Otto Guevara y Natalia Díaz, del Movimiento Libertario.
“A partir de este momento, pueden hacerse multas o abrirse un expediente, pero no cobrarlas ni dictar resoluciones, porque están suspendidas”, dijo Otto.
Lo último se dio esta semana, cuando la Aresep decidió posponer una reunión que tenía con los taxistas mientras esperan la respuesta de la Procuraduría General, para saber si tienen o no la potestad de bloquear la aplicación en el país.
Guerra en la calle. Mientras el Gobierno decide qué hacer con Uber, los taxistas han emprendido una guerra contra la aplicación en las calles.
Ya se han realizado siete protestas contra Uber.
Deestas siete, tres han dejado muy mal parados a los taxistas.
La primera fue el 1° de febrero, cuando bloquearon las calles cercanas a la Casa Presidencial, en Zapote.
Lo peor de todo fue que los mismos taxistas le tiraron huevos a los colegas que no se apuntaron a la manifestación y siguieron breteando.
Nueve días después, el 10 de febrero, Virginia Moreira se amarró a un árbol frente a los condominios donde vive Luis Guillermo Solís, para exigirle al presi que bloquee la aplicación.
Y la más reciente fue apenas el pasado 9 de agosto, los taxistas anunciaron que bloquearían todo el país. Al final fue más bulla que otra cosa, porque la Fuerza Pública se puso las pilas, detuvo a varios revoltosos y después del mediodía se empezó a habilitar el paso en las carreteras donde había habido más bronca.
Pero los actos de violencia fueron lamentables, a un Policía le quebraron los dientes en la rotonda de la fuente de la Hispanidad, en San Pedro.
Al final hubo 78 taxistas detenidos, 33 carros decomisados, 119 partes y el ministerio de Seguridad gastó ¢80 millones en el operativo.