Búsqueda desesperada
Los socorristas siguen buscando, intensamente, a unas 30 personas que se encontraban en el hotel sepultado 24 horas antes por una avalancha de nieve en el centro de Italia, sacudida también por una secuencia de fuertes terremotos. Los equipos de rescate no pierden la esperanza de hallar sobrevivientes atrapados en burbujas de aire tras el alud del miércoles en la noche que arrasó el hotel de lujo Rigopiano, aislado en las montañas de los Apeninos.
“La operación de socorro durará horas y horas y se lleva a cabo en condiciones muy difíciles”, precisó Immacolata Postiglione, de la Protección Civil.
Hacia el mediodía del jueves se habían extraído dos cadáveres de los escombros.
El número de desaparecidos resulta incierto, ya que según un vocero de la Protección Civil local, unas 34 personas se encontraban en el hotel: 22 clientes, entre ellos varios niños, 8 empleados y cuatro visitantes.
“La situación es dramática. No se registran señales de vida”, aseguró el portavoz de los bomberos Luca Cari, quien estima que la poderosa avalancha, de unos 300 metros de ancho, pudo haber arrastrado los cuerpos varios cientos de metros.
Los equipos de rescate, que tuvieron mucha dificultad para acceder a la zona por fuertes nevadas y ráfagas de viento, caminaron numerosas horas para llegar al lujoso hotel. Las primeras imágenes tomadas por los socorristas muestran restos de muebles, ventanas y otros objetos destruídos y desperdigados.
El hotel quedó “destrozado, ya no existe”, agregó un bombero.
El edificio de tres pisos, se redujo a uno, cubierto por escombros, árboles caídos y vidrios rotos. La piscina cubierta se congeló tras la ruptura de la marquesina que la cubría.
Giampiero Parete, uno de los sobrevivientes, llora, llora desesperado, está preocupado por sus hijos de 6 y 8 años y por su esposa Adriana.
Según los pronósticos, se prevé nieve en las próximas 48 horas en las regiones afectadas del centro de Italia y el peligro de avalanchas ha aumentado de nivel.