Sospechoso era el mejor amigo
TRÍO DESCUARTIZADO EN EL ZURQUÍ
El sospechoso del triple homicidio, cuyas víctimas descuartizadas aparecieron en el Zurquí el martes pasado, era el mejor amigo de uno de los fallecidos.
Así lo aseguró ayer un oficial ligado al caso.
Sin embargo, el hombre de apellido Chacón fue puesto en libertad bajo medidas cautelares, una situación que la Fiscalía apeló y está por resolverse.
Chacón era el mejor amigo de José Julián Ferreto Tencio, de 27 años y conocido como “Rata”.
“La persona vinculada quedó libre porque aún faltan algunas pruebas, pero lo que se presume es que por la confianza que existía entre los cuatro hombres el crimen habría ocurrido en la vivienda”, dijo la fuente, que aseguró que la amistad de los dos hombres era de varios años y que se habrían conocido en la León XIII, en Tibás.
Dentro de cinco bolsas el OIJ encontró descuartizados los cuerpos de Ferreto, Joseph Montero Solórzano, de 21 años, y un menor de edad cuyo cadáver seguía ayer en proceso de identificación.
Una llamada fue la que alertó que los cuerpos estaban 25 metros antes de llegar al Zurquí, en el “Bajo Clinton”, lugar bautizado así porque el 9 mayo de 1997, el entonces presidente José María Figueres llevó al mandatario de Estados Unidos, Bill Clinton, a ese lugar donde se colocó una tarima para que el visitante disfrutara del bosque y se realizara un acto protocolario, aunque los presentes terminaron mojados y con muchísimo frío.
La Teja trató de conversar con los familiares de los dos fallecidos, quienes eran de Naranjo; sin embargo, en el caso de Montero los allegados aseguraron que tienen miedo de contestar el teléfono o hasta abrir la puerta. No dieron declaraciones.
Miedo los acompaña. En el caso de Ferreto, una de sus familiares, quien pidió no ser identificada por temor, aseguró vía telefónica que la situación ha sido muy dolorosa para la familia y que siguen muy impactados.
“Él había tenido problemas con las autoridades (robo agravado y un homicidio que no ha ido a juicio). La última vez que lo vi fue porque nos topamos en octubre, cuando fui a San José. Lo vi como angustiado y le pedí que se cuidara mucho, que no se metiera en problemas, que pensara en su hijita porque ella está pequeña”, dijo la joven ayer.
Esta familiar asegura que ellos nunca esperaron que José Julián tuviera un final tan cruel.
“Uno sabe que cuando una persona anda en caminos que su familia no conoce, que está alejado, le puede pasar cualquier cosa, pero que llamen a la casa para avisar que lo mataron y que la identificación del cuerpo es complicada por- que está descuartizado, es una cosa muy dolorosa. Se trata de un ser humano que ha sido querido por su familia”, dijo la pariente.
Los allegados de Ferreto están temerosos pues aseguran que no saben qué tipo de personas son las involucradas en los crímenes, por lo que en sus casas perdieron la paz.
Cementerio verde. El criminólogo Gerardo Castaing asegura que de no haberse recibido la llamada anónima existía una alta probabilidad de que los cuerpos no hubiesen aparecido.
“La zona del Zurquí (carretera San José - Limón) tiene particula- ridades para tirar los cuerpos en ese lugar, empezando porque es muy solitario y además porque hay guindos de hasta cien metros”, dijo Castaing.
El experto asegura que la “moda” de desaparecer cadáveres en ese lugar se inició con el asesinato de Ciro Monge, un finquero que fue decapitado por cuatro exoficiales del OIJ el 27 de mayo de 1994. Dos meses después lo encontraron en un barranco del Zurquí.
“Durante mucho tiempo se encontraban cuerpos, sobre todo por gente que llegaba a hacer turismo o que se bajaba a orinar; sin embargo, por retenes e incremento de patrullajes habían disminuido. De un tiempo para acá se han dado varios pero esto podríamos justificarlo con que hay aplicaciones que le permiten al hampa detectar policía en el camino”, dijo el experto.
Algunas características por las que esta ruta llama la atención de los asesinos son: es un camino solitario, por lo que los conductores no se detienen; hay mucha neblina que dificulta identificar a alguien que esté fuera de su vehículo; hay mucho animal que ataca rápidamente los cuerpos, llueve constantemente y los guindos son muy profundos.