La Teja

Apagones nos dan una luz

LA HORA DEL PLANETA PONE A PENSAR

- Mucho más.

Al igual que la Ópera, el puente de la bahía de Sídney, o los rascacielo­s de Hong Kong, numerosas ciudades y monumentos del mundo apagaron ayer las luces por la Hora del Planeta.

Ese es un evento contra el cambio climático y que hace pensar también en la terrible contaminac­ión de luces que hay en las ciudades.

De Nueva York a París, millones de personas de 170 países y territorio­s participar­on en esta cita anual para alertar sobre el calentamie­nto global causado por la combustión del carbón, el petróleo, los gases de los carros y plantas de energía.

En la capital australian­a, muchos edificios del puerto apagaron sus luces durante una hora, marcando el comienzo de la acción en todo el mundo.

“Estoy de acuerdo con la idea”, dijo una estudiante de Sídney, Ed Gellert, de 24 años.

Desde Australia, las luces comenzaron a apagarse a través de Asia, donde la silueta de Hong Kong se oscureció, mientras que en la pagoda más sagrada de Birmania, Shwedagon, 10.000 lámparas de aceite se encendiero­n para brillar. En Pekín, la sede de la televisión china también se quedó a oscuras.

En Japón, el famoso edificio Sony de la avenida Ginza de Tokio dejó de brillar.

El evento, que tiene su ori- gen y punto de partida en Sídney, ha evoluciona­do hasta convertirs­e en una campaña mundial, celebrada en todos los continente­s.

Ha crecido. La primera edición, hace diez años, tuvo lugar únicamente en la capital australian­a, recordó WWF, la ONG organizado­ra del evento. “Lanzamos la Hora del Planeta en 2007 para mostrar a los dirigentes que los ciudadanos se preocupaba­n por el cambio climático”, indicó Siddarth Das, director de la iniciativa. “Ese momento simbólico es ahora un movimiento mundial. Es realmente humilde y dice muchosobre el papel que juegan las personas en los temas que afectan a sus vidas”, añadió. Pero la Hora del Planeta también busca llamar la atención sobre la contaminac­ión de luces que nos afecta. El montón de luz de las ciudades no solo impide contemplar la belleza de las estrellas. También afecta el sueño de los hombres y la reproducci­ón de las especies; la luz artificial nocturna altera los ritmos naturales. El 80% de la Humanidad vive bajo cielos inundados de luz artificial, una cifra que se eleva al 99% en Estados Unidos y Europa occidental. El país más afectado es Singapur, donde nadie puede ver la noche como es. Entre las 20 naciones más iluminadas, también están Argentina (8), Trinidad y Tobago (10), España (18) y Chile (19), según un estudio de 2016 de la Asociación Médica Estadounid­ense.

 ??  ??
 ?? AFP AFP AFP AFP ?? La torre Burj Khalifa, en Dubái. Luces en la puerta de Brandembur­go, Alemania. Los niños merecen un planeta fuera de peligro. La Plaza Roja, en Moscú, se puso gria por la actividad.
AFP AFP AFP AFP La torre Burj Khalifa, en Dubái. Luces en la puerta de Brandembur­go, Alemania. Los niños merecen un planeta fuera de peligro. La Plaza Roja, en Moscú, se puso gria por la actividad.
 ?? AFP ?? La Acrópolis, la ciudad alta de Atenas (Grecia) fue entrando en la oscuridad poco a poco.
AFP La Acrópolis, la ciudad alta de Atenas (Grecia) fue entrando en la oscuridad poco a poco.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica