Dani se dio gusto tomando agüita
ganando la batalla. Cinco días después de haber recibido el trasplante de médula ósea, su recuperación avanza positivamente junto a su familia que lo apoya a cada instante en Estados Unidos.
Doña Zaida Calvo, quien está con su valiente hijo en el Hospital de Niños de Cincinnati, cuenta que si bien hay efectos secundarios tras la operación, este guerrero de once años sabe superarlos a pura oración y energía positiva. Especialmente ahora que disfrutó como nunca de un vaso de agua.
“Hoy (el martes) fue un día difícil y les quiero contar un detalle que marcó a nuestro Dani, quien ya tiene bastantes días sin poder comer o tomar casi nada, lo cual es normal en este proceso.
“Él me dijo con dificultad: ‘mamá, sabe qué es lo primero que quiero hacer cuando ya esté bien, tomar mucha agua’. Realmente es de las cosas más difíciles que he tenido que escuchar en estos 10 años.
“Dios sabe cómo se sintió mi corazón y yo sé que Él me entiende porque lo ama aún más que yo.
“Después de presentar otros efectos secundarios no bonitos, hicimos cadena de oración y además de mejorar rápidamente se sentó y sin nada de dolor se tomó cuatro vasos de agua con hielo y los disfrutó increíblemente.
“Luego hablamos de cómo Dios lo escucha y del poder de la oración”, contó doña Zaida.
Dani fue trasplantado el 18 de agosto y deberá permanecer con cuidados extremos durante 90 días.