Vencer la pornografía (I parte)
Cuando hablamos de
adicciones pensamos solamente en las drogas o el alcohol, pero debemos tomar en cuenta que existen otras adicciones como: a la comida, el Internet, a comprar y aguardar cosas, entre otras. No obstante, la adicción a la pornografía es la que vamos a tocar en varias columnas.
La pornografía es un acto muy privado y tiene mucha importancia para Dios, ya que no solo involucra un acto de masturbación, sino que también a tu corazón. ¿No le pertenece tu corazón a Dios? Claro que sí, Dios desea que le des tu mente y tu corazón por completo, porque le pertenece a Él.
La pornografía revela la suciedad que está en nuestro corazón.
1. Si eres adicto a la pornografía, lo primero que debes hacer es eliminar todo contacto con ella. Descarta las revistas, fotos, sitios web, películas o periódicos que contengan propagandas de lencería. ¡Libérate de la pornografía! Estoy liberado ¡No más pornografía! ¡Muy bien! Si ya te deshiciste de todo el material pornográfico que tenías guardado, ahora saca la computadora de tu habitación.
2. Si dejas la computadora en tu cuarto estarías dejando una reserva “por si acaso” sientes alguna tentación o deseo. Debes ponerla en la sala visible donde no te encuentres solo.
Harás lo mismo con la computadora de la oficina. Según estudios realizados, se ha determinado que la hora de mayor tráfico para las páginas web pornográficas es entre 9 a. m. y 5 p. m. No obstante, rodeado de personas, difícilmente abrirás sitios Web pornográficos; es como un plan de protección.